Tabaré Vázquez, un experto expresidente que afronta una complicada reelección

  • Tabaré Vázquez, el reputado oncólogo que en 2004 se convirtió en el primer mandatario de izquierdas de Uruguay, podrá repetir triunfo y alcanzar de nuevo la Presidencia del país, 10 años después, si el próximo 30 de noviembre vence en segunda vuelta las elecciones presidenciales celebradas hoy.

Montevideo, 27 oct.- Tabaré Vázquez, el reputado oncólogo que en 2004 se convirtió en el primer mandatario de izquierdas de Uruguay, podrá repetir triunfo y alcanzar de nuevo la Presidencia del país, 10 años después, si el próximo 30 de noviembre vence en segunda vuelta las elecciones presidenciales celebradas hoy.

Las proyecciones de voto y los primeros datos escrutados en la noche electoral señalaron que el Frente Amplio, liderado por Vázquez, fue la fuerza más votada con aproximadamente el 46 % de los votos, seguida por el Partido Nacional de Luis Lacalle Pou, con el 32 %.

Sin embargo, al no haber recibido ninguno de los dos más del 50 % de los votos, tendrán que enfrentarse en una segunda vuelta que se promete reñida.

Imperturbable, seguro de sí mismo y de las posibilidades de su partido y distante con sus rivales -se negó a debatir con ellos durante toda la campaña-, Vázquez (Montevideo, 1940) ha centrado su candidatura en los logros obtenidos por Uruguay en los últimos años de Gobierno del FA y en el miedo que un triunfo de la oposición de derechas podría suponer para los proyectos en los que está embarcado el país.

Considerado como un candidato imbatible por el FA tras haber dejado la Presidencia del país en 2010 con una popularidad del 80 %, una cifra sin precedentes desde que existen estudios estadísticos, ni él ni su entorno han prestado mucha atención al crecimiento de sus rivales, a quienes las encuestas ubican con posibilidades de arrebatarle la primera magistratura del país en una segunda vuelta.

Vázquez ha ofrecido a los votantes continuidad, asegurando que pondrá a dirigir la economía a los mismos que llevan haciéndolo con éxito durante los últimos diez años, y alguna tenue reforma en políticas educativas y de seguridad, los dos temas que más preocupan a los ciudadanos.

Que este veterano médico sea candidato por el FA es cualquier cosa menos una sorpresa.

Vázquez no pudo presentarse en 2010 a una reelección inmediata debido a la prohibición expresa de la Constitución uruguaya a los mandatos consecutivos y dedicó sus primeros meses fuera de la Presidencia a descansar y a trabajar en una de sus obsesiones personales, la lucha contra el cáncer y el tabaquismo.

En 2011, tras unas polémicas declaraciones sobre la relación de Uruguay con Argentina bajo su mandato, en las que reconoció haber pedido ayuda a Estados Unidos por si el conflicto que mantenía con Buenos Aires por la instalación de una planta papelera en la frontera común iba a mayores, Vázquez decidió llamarse a silencio y desaparecer de la vida política.

Sin embargo, nadie creyó este retiro y pronto sus compañeros del FA comenzaron a postularlo como candidato "natural" para sustituir a Jose Mujica al frente del país.

Así, en noviembre de 2013 su partido lo postuló formalmente como candidato a la presidencia en las internas, en donde se midió a Constanza Moreira, una politóloga muy crítica con su gestión presidencial, particularmente por haber usado el veto presidencial para evitar la legalización del aborto en 2006.

En la campaña interna, Vázquez usó la misma estrategia que en las generales, dando contados mítines, evitando confrontaciones directas y mostrándose muy seguro del tirón de sus pasados éxitos entre el electorado.

El político ganó por una abrumadora mayoría, aunque su actitud, calificada de soberbia y distante con su rival de entonces, le valió algunas críticas internas.

Cuarto hijo de un obrero y de una ama de casa, fue el primer médico salido del humilde barrio montevideano de la Teja, está casado hace 50 años con María Auxiliadora Delgado y tiene cuatro hijos, uno de ellos adoptado.

Catedrático en Oncología Radioterápica, creó un centro terapéutico especializado en el que sigue trabajando y en la Teja fundó una policlínica y un comedor social que funcionan hasta hoy.

Fanático del fútbol, fue presidente del club Progreso y logró que el equipo pasase de tercera división a campeón nacional en 1989.

Este hecho le valió la fama de buen gerente y le abrió el camino para su postulación como intendente (alcalde) de Montevideo, cargo que ocupó de 1989 a 1995, y que le convirtió en el primero de izquierda de la capital, que reúne a más de la mitad de los 3,2 millones de uruguayos.

Vázquez fue candidato presidencial en 1994 y en 1999, cuando fue el aspirante más votado aunque no alcanzó la presidencia debido a la alianza entre los partidos Nacional y Colorado.

Con un perfil más reservado, cauto y concienzudo que el actual presidente, José Mujica, sus mayores críticos lo acusan de ser intransigente y personalista.

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