El 11-S chileno: 43 años del golpe militar de Pinochet contra Salvador Allende

  • El militar instauró desde aquel día una sangrienta dictadura que durante 17 años violó sistemáticamente los derechos humanos y causó miles de muertos y desaparecidos.

    El Presidente democrático socialista, elegido en las urnas en 1970, fue encontrado muerto ese mismo día junto a su fusil AK 47 dentro del Palacio de la Moneda.

El 11-S chileno: 43 años del golpe de Pinochet contra Allende.
El 11-S chileno: 43 años del golpe de Pinochet contra Allende.
Iñaki Etxarri

El 11 de septiembre de 1973, hoy hace exactamente 43 años, es una fecha trágica para muchos ciudadanos chilenos. Aquel día comenzó una de las dictaduras más sangrientas y represivas de la reciente historia de la humanidad bajo el yugo del general Augusto Pinochet, que causó, hasta 1990, miles de muertos y desaparecidos en el país andino.

El golpe de Estado del que por entonces era jefe de las Fuerzas Armadas chilenas derrocó al presidente socialista elegido democráticamente Salvador Allende, e instauró un Gobierno militar que, durante 17 años, violó sistemáticamente los derechos humanos en Chile y protagonizó una brutal represión, muchas veces con la ayuda del resto de dictaduras del Cono Sur Americano (Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil, Bolivia...) contra todo aquél que se opuso al régimen.En el Palacio de La Moneda, #ChileConmemora el #11septiembre. En minutos, señal en vivo: https://t.co/XhvIiN3XVF pic.twitter.com/MVADPJvaHH— Prensa Presidencia (@presidencia_cl) 11 de septiembre de 2016

Allende gana las elecciones en 1970

Salvador Allende llegó a la presidencia chilena el 4 de septiembre de 1970 con el 36,3 % de los votos, proponiendo transformar el país en un régimen socialista por medios pacíficos y democráticos.

Pero menos de tres años después, con el país inmerso en una grave crisis y con las clases altas y la oligarquía revueltas contra el Gobierno debido a las profundas reformas sociales llevadas a cabo por éste, las Fuerzas Armadas habían perdido toda su confianza en el mismo.

Así, el 29 de junio de 1973, el Regimiento Blindado N° 2, al mando del coronel Roberto Souper, llevó a cabo una sublevación que fue rápidamente sofocada por las fuerzas leales al Comandante en Jefe del Ejército, Carlos Prats. A este intento de golpe se le denominó "El Tanquetazo".

El 21 de agosto de ese mismo año, el general Prats renunció a la jefatura del ejército y aconsejó a Allende que su cargo fuese ocupado por Pinochet, al creer que éste era leal al Gobierno. El 23 de agosto de 1973 Augusto Pinochet era nombrado Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas chilenas

Pinochet sólo tardó 19 en revolverse contra el Gobierno democrático encabezado por Salvador Allende y junto con otros tres generales de las Fuerzas Armadas y apoyado en todo momento por el Gobierno de EEUU, dio un golpe de Estado para "liberar al país del yugo marxista" y convertirse así en el máximo jefe de una dictadura que se alargó 17 años.

Durante los enfrentamientos y bombardeos llevados a cabo en el golpe, los militares asaltaron y ocuparon el palacio de La Moneda, lugar en el que se encontraba Allende y donde se suicidó con su fusil AK-47.

Y es que ese 11 de septiembre de 1973, Salvador Allende hizo lo que ya tenía decidido: No rendirse. Cuando los militares golpistas ocuparon la primera planta del Palacio de la Moneda, Allende pidió a sus fieles que se rindieran, que se entregaran para evitar un baño de sangre. Él se arrinconó en el Salón Independencia; alguien dice que gritó: '¡Milicos de mierda, Allende no se rinde!'; se encañonó con el fusil que le había regalado Fidel Castro y se reventó el cráneo. 

Pinochet optó por el oscurantismo y ordenó enterrar casi clandestinamente su cadáver en el cementerio de Viña del Mar, en una ceremonia en la que a su viuda, Hortensia Bussi, ni siquiera se le permitió reconocer el cadáver.

A las 6 de la tarde de ese mismo día, los cuatro máximos comandantes de las Fuerzas Armadas se reunieron en la Escuela Militar, formando así la nueva Junta Militar de Gobierno.

Diecisiete años de represión y muerte

Durante los 17 años de dictadura de Pinochet, Chile sufrió un importante desarrollo económico, pero también continuadas violaciones a los derechos humanos, llevando a cabo una fuerte represión sobre los sectores opositores y disidentes.

Lo primero que hizo el nuevo Gobierno fue prohibir los partidos políticos, disolver el Congreso, restringir los derechos civiles y políticos y ordenar la detención de los máximos líderes de la Unidad Popular, la formación que aupó a Allende a la Presidencia, que fue declarada ilegal.

El 17 de diciembre de 1974, la Junta de Gobierno nombró a Pinochet presidente de la República. Acto seguido, el nuevo presidente ordenó que se organizase la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), un organismo represivo del Estado, que violó sistemáticamente los Derechos Humanos.El terror de la DINA y luego de la CNI

Así, la violencia continuó en el país mediante la DINA, que en 1977 fue disuelta para crear la Central Nacional de Informaciones (CNI), deteniendo, torturando, asesinando, haciendo desaparecer o condenando al exilio a quienes estuvieron involucrados con el gobierno anterior.

Desde un primer momento, los militares establecieron también un toque de queda que perduró hasta el 2 de enero de 1987.  Las detenciones llegaron a ser el 'pan de cada día', y las redadas acababan en masivos allanamientos, fusilamientos 'in situ', detenciones y enfrentamientos armados. Otra de las prácticas más comunes del régimen militar como represión a los opositores políticos fue la de condenar al exilio, expulsándoles del país. a miles de personas.

Aunque no hay unanimidad respecto al número real de víctimas de las violaciones a los derechos humanos en Chile, los informes de la Comisión de Verdad y Reconciliación (Informe Rettig) y la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura (Informe Valech) hablan de 40.000 personas las que habrían sido detenidas, desaparecidas, ejecutadas, torturadas o hechas presas políticas reconocidas. De ellas 3.065 están muertas o desaparecidas. Además, otras 200.000 sufrieron el exilio.El fin de la pesadilla

Quince años después del golpe, el 5 de octubre de 1988, la Junta Militar realizó un plebiscito para decidir si Pinochet seguiría en el poder hasta 1997. Lógicamente el Dictador lo convocó con la firme convicción de triunfar y dar así un halo de 'supuesta democracia' a su régimen. Y es que nunca se había dado el caso de que un régimen autoritario dejara el poder por el mandato de las urnas.

Aun así, ese día votó el 92,1% de la población mayor de edad, un récord histórico en el país. Después de las primeras votaciones, el ambiente empezó a calentarse. Mientras un lado daba una gran ventaja al "Sí", los opositores entregaban cifras muy diferentes.  Al final, el resultado fue de 44,01 % por el "Sí", y de 55,99 % por el "No". Por lo que se abrió el camino a unas elecciones democráticas presidenciales y parlamentarias para el año siguiente, que daría paso al fin de la dictadura y al comienzo de la transición a la democracia.

Según unos documentos desclasificados por el Archivo Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense, Pinochet intentó un segundo golpe de Estado contemplando el uso de la violencia para anular su derrota en el plebiscito.

Describen que el mismo día de las votaciones, el Gobierno militar intentó manipular la información de los resultados para incitar a la oposición para que esta provocase el desorden. Al fallar esa artimaña, Pinochet convocó a su junta en el palacio de La Moneda para proponer anular el escrutinio y solicitar que se le otorgara poderes extraordinarios. Pero los integrantes de la junta rechazaron esa opción, por lo que el dictador no tuvo otra alternativa que reconocer su derrota.

Así, al año siguiente, Pinochet dejo la presidencia en manos de Patricio Aylwin, vencedor de las elecciones, pero el ya exdictador continuó como comandante en jefe del Ejército hasta marzo de 1998, cuando pasó a ser senador vitalicio.Sin juicio final

Desde el final de su etapa como presidente de la República, Pinochet sorteó diversos episodios truculentos para él como acusaciones de corrupción contra miembros de su familia, hallazgos de fosas clandestinas con víctimas de la represión o la publicación de varios informes que le acusabn de violar los derechos humanos.

En 1998, el juez español Baltasar Garzón, aprovechando un viaje de Pinochet a Gran Bretaña, solicitó la detención de Pinochet, por lo que fue retenido en Londres. Pero, tras varios días de incertidumbre, el exdictador no fue extraditado a España y regresó a su Chile natal.

Allí también hubo varias iniciativas para procesarle para que diese cuenta de los crímenes que perpetró durante su Gobierno. Pero Pinochet alegando su frágil estado de salud, consiguió no ser procesado en ninguna de las acusaciones hasta el día de su muerte, el 10 de diciembre de 2006, con 91 años de edad. En ese momento, Augusto Pinochet contaba con más de 400 querellas en su contra.

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