Constitución del Parlamento andaluz: La 'España de los pactos' arranca con bronca

    • La formación de la Cámara andaluza deja en evidencia las diferencias entre los grupos parlamentarios.
    • Aunque todos llaman al diálogo, se avanza una legislatura complicada. La elección de los miembros de la Mesa agita la sesión.
Luz Sela/Agencias

La constitución del Parlamento andaluz de la décima legislatura, el primer trámite para la andadura del nuevo Gobierno autonómico, ha estado marcada hoy por la bronca. Por un lado, la discusión abierta entre el presidente de la Mesa de Edad del Parlamento, Luis Pizarro, y el portavoz parlamentario del PP, Carlos Rojas, que ha anunciado que recurrirán al Constitucional el hecho de que su representante, Patricia del Pozo-en segundo lugar en número de votos-se haya quedado finalmente fuera de este órgano para incluir a un representante de IULV-CA para cumplir con el Reglamento de la institución, que obliga a que todos los grupos parlamentarios están representados en la Cámara.

"Nadie en Andalucía entiende que con un millón de votos tengamos la misma representación que un partido con cinco escaños", se ha quejado Rojas. Pizarro le ha respondido en tono bronco, "Recurran ustedes lo que quieran", para, acto seguido, negar la palabra a Del Pozo. El portavoz del PP ha llegado a acusar al socialista de "incurrir en un ilícito penal" y de estar "robando los votos" que el PP consiguíó en las urnas.


Más allá de la tensión escenificada en la Cámara, los desacuerdos entre los cinco grupos que compondrán el arco parlamentario se han hecho hoy más que evidentes. Unas diferencias, que se habían avanzado ya en los encuentros bilaterales mantenidos entre Susana Díaz y los grupos que lograron representación parlamentaria en las elecciones del pasado 22 de marzo, y que auguran a la presidenta electa una legislatura complicada.


El Parlamento andaluz de la X legislatura ha quedado finalmente constituido hoy con el socialista Juan Pablo Durán como presidente elegido con los únicos votos de su partido, y sin que se haya producido acuerdo entre los cinco grupos para la constitución de la Mesa.
La Mesa, compuesta por siete miembros, cuenta con tres representantes del PSOE-A y los otros cuatros grupos, PP-A, Podemos, Ciudadanos e IULV-CA, tienen uno cada uno.


Además del presidente, el PSOE-A cuenta con la vicepresidencia primera, ocupada por Teresa Jiménez (Granada), y con la secretaría primera, ocupada por Verónica Pérez (Sevilla); el PP-A, con la vicepresidencia segunda, ocupada por Esperanza Oña (Málaga); Podemos, con la vicepresidenta tercera, ocupada por Juan Ignacio Moreno (Sevilla); Ciudadanos, con la secretaría segunda, ocupada por Julio Díaz (Huelva), e IULV-CA, con la secretaría tercera, ocupada por José Antonio Castro (Málaga).


Esperanza Oña y Teresa Jiménez son las únicas que repiten en la Mesa de la Cámara en relación con la pasada legislatura, donde la primera también ocupó la vicepresidencia segunda y la segunda, la vicepresidencia tercera.


El PP-A había reclamado desde un principio dos puestos en la Mesa y, durante las votaciones para la elección de los miembros de la misma, propuso candidatos para la Presidencia de la Cámara, a Manuel Andrés González; para una de las vicepresidencias, a Esperanza Oña, puesto que finalmente le ha correspondido, y para una de las secretarías, a Patricia del Pozo.


Aunque el nombre propuesto por PP-A para la secretaría fue el segundo que más votos obtuvo después del socialista, se determinó que no le correspondía porque, en virtud al artículo 36 del Reglamento, todos los grupos tienen que tener representación en la Mesa de la Cámara y un miembro más del grupo popular supondría dejar fuera a IULV-CA.


Esta es la segunda vez en la historia de la autonomía andaluza que no se produce acuerdo entre los grupos sobre la composición de la Mesa de la Cámara, puesto que ya ocurrió en la IV legislatura, en el año 1994, cuando Diego Valderas fue elegido presidente con los votos de su formación, IULV-CA, y de PP-A, en un Parlamento donde el PSOE-A era el partido con más diputados pero sin mayoría absoluta.64 caras nuevas

El Parlamento andaluz contará en la décima legislatura con un total de 64 'caras' nuevas en su hemiciclo, mientras que se mantiene el equilibrio de sexos, con 55 hombres y 54 mujeres entre sus 109 diputados.


El PSOE-A renueva a más de la mitad de su grupo parlamentario en relación al último mandato, ya que son nuevos 27 de sus 47 integrantes, mientras que el PP-A sólo introduce un tercio de nuevos diputados, 11 de sus 33 miembros, entre ellos su presidente regional, Juanma Moreno.
Tanto los 15 diputados de Podemos como los nueve de Ciudadanos se estrenarán en la Cámara autonómica, al igual que sus respectivas formaciones, mientras que IULV-CA cuenta como novedad entre sus parlamentarios con su coordinador general y candidato a la Presidencia de la Junta, Antonio Maíllo, y con la exconsejera de Fomento y Vivienda Elena Cortés.


De otro lado, los 109 diputados percibirán un mínimo de 3.820,29 euros mensuales en concepto de sueldo y ayudas por gastos de alojamiento y manutención y dispondrán de una 'oficina móvil' integrada por ordenador portátil o tableta digital, teléfono móvil y conectividad de datos.Juan Pablo Durán, presidente de la Cámara

Juan Pablo Durán, secretario provincial del PSOE en Córdoba y diputado electo, será el próximo presidente del Parlamento andaluz, tras ser elegido en segunda votación. Nacido en Córdoba en 1964, Durán fue nombrado como coordinador del Consejo Territorial del PSOE-A tras el último Congreso Regional que aupó a Susana Díaz a la Secretaría General del partido.


En el ámbito profesional, ha sido gerente y consejero delegado de la empresa de gestión de residuos Rimacor y desde los 20 años ha desarrollado una actividad empresarial como trabajador autónomo de la madera. Desde el año 1996 milita en el PSOE, partido en el que ha ocupado la secretaría de Administración en el período 2000-2004 y la secretaría de Organización en el mandato (2004-2008). En la actualidad también forma parte del Comité Federal del PSOE.


Su designación no ha estado exenta de polémica: Durán fue condenado hace dos años por la Audiencia Nacional a pagar una multa de 44.000 euros en su calidad de exconsejero de la Caja de Ahorros Cajasur. El ahora presidente del Parlamento andaluz fue sancionado por "presentar la entidad de crédito, o el grupo consolidable o conglomerado financiero a que pertenezca, deficiencias en su estructura organizativa, en sus mecanismos de control interno o en sus procedimientos administrativos y contables, incluidos los relativos a la gestión y control de riesgos, cuando tales deficiencias pongan en peligro la solvencia o viabilidad de la entidad o la del grupo consolidable o conglomerado financiero al que pertenezca".


Durán se vio envuelto también en la polémica al comparar la detención de una exalcaldesa socialista de Peñarroya-acusada de delitos contra la Administración, fraude y falsedad documental- con los asesinatos "en las cuentas" durante el franquismo. "La derecha ni hace prisioneros ni deja heridos. Solamente saben matar y, si es posible, en las cunetas, que es donde siempre nos han dejado a los socialistas".


En su discurso de toma de posesión, Durán ha hecho un llamamiento al diálogo y a la necesidad de buscar "espacios de acuerdo en beneficio" de los andaluces. En su opinión, el hecho de que la Cámara cuente con cinco grupos parlamentarios es una "expresión de la pluralidad de la sociedad andaluza, de nuestra riqueza y diversidad", ha dicho.El PSOE ofrece "mano tendida", el PP advierte de que la legislatura "va a ser muy difícil"

Así lo han trasladado también, una vez concluida la sesión, los distintos representantes políticos. La voluntad de diálogo es una intención expresada por todos, pero que, a la vista de lo sucedido hoy en la Cámara, con pocas posibilidades de ser real en el corto plazo.

Así, la presidenta en funciones, Susana Díaz, ha respondido a la polémica por el nombramiento de un representante de IU en la Mesa. "En esta nueva etapa" hay que acostumbrarse a que "todo el mundo tiene que estar", ha dicho.

"Los andaluces han dicho con claridad quién es el partido mayoritario, pero que tiene que haber diálogo y pluralidad", ha reconocido Díaz, haciendo un llamamiento para que "todos los partidos políticos estén a la altura de Andalucía" y arrimen el hombro.

La socialista ha hecho una declaración de intenciones: su intención, ha dicho, es "unir a los andaluces", para lo que "en todo momento", asegura, "tendrá la meno abierta al diálogo". "Los andaluces han hablado y lo que quieren es que sus representantes políticos trabajen y se pongan en primera línea de trabajo", ha zanjado, advirtiendo también que ella no entiende de "líos de partido".

Un mensaje al que los 'populares' han respondido con dureza. El presidente del PP-A, Juanma Moreno, ha lamentado el "bochornoso espectáculo vivido" esta mañana en la constitución del Parlamento andaluz por la "incapacidad para el diálogo" de Díaz. Moreno le ha pedido "sentido de Estado" si quiere que la legislatura "marche bien". "Si este es el comienzo, va a ser muy difícil", ha dicho.

"Eso no es razonable ni entendible y se podía haber evitado con un acuerdo entre PSOE y PP, pero la señora Díaz ha sido incapaz en este inicio de legislatura de hacer lo que debe, hablar, dialogar y consensuar un simple acuerdo para defender el Reglamento, las normas y los principios democráticos que rigen el Parlamento", ha señalado Moreno, en relación a la pérdida de un representante en la Mesa.

A su juicio, tanto Susana Díaz como el PSOE-A demuestran una total "incapacidad de asumir un resultado electoral que no le da mayoría absoluta y encontrar puntos de encuentro", una actitud que considera que "va a influir en el día a día del Parlamento y del Gobierno de Andalucía".

El "espectáculo" de la sesión ha sido también criticado por la secretaria general de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, quien ha lamentado la "violencia dialéctica" mantenida entre Rojas y Pizarro.

"Los 15 diputados de Podemos veníamos con muchas ganas a esta sesión y aún siendo la primera no nos hemos podido librar de una escena de cierta violencia dialéctica, lo que supone un signo claro de un bipartidismo decadente que se echa encima de un sillón como si fuera un trozo de carne", ha apuntado Rodríguez.

Preguntada sobre si ese "espectáculo" protagonizado por PSOE-A y PP-A podría dificultar un acuerdo de investidura, Rodríguez ha respondido que su formación ha dejado muy claro que no está por pactos para obtener sillones y cuáles son sus tres condiciones.

Así, se ha referido a que los expresidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán abandonen sus actas en el Congreso y en el Senado, respectivamente, asumiendo así responsabilidades políticas por el caso de los ERE; a que la Junta no convenie con entidades financieras que no cumplan los estándares internaciones en materia de derechos humanos y desahucios; y a la necesidad de recortar en altos cargos y recuperar plantilla de profesores y personal sanitario.

El coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, ha lamentado el "show" de los 'populares', que no sabe si "va a ser la línea que los defina, o es simplemente una pataleta ante la constitución de la Mesa", según ha apuntado el coordinador general de IULV-CA, que ha abogado por que "cuanto antes el órgano de gobierno (del Parlamento) se ponga en marcha para preparar el debate de investidura", que será "el gran debate político", según ha subrayado.

Maíllo ha insistido en mostrarse convencido de que el Parlamento andaluz se va a constituir como "el eje y centro del debate político en Andalucía, más que San Telmo" en esta legislatura, lo cual, en su opinión, "no es mala noticia". Así, el Gobierno va a tener que "dialogar porque de ello dependerá el ideario legislativo, el cumplimiento de las leyes", y "cada grupo se tendrá que posicionar en todas y cada una de las leyes y normas, en el desarrollo legislativo". "Aquí ya no hay posiciones neutras", ha agregado antes de apuntar que IU se va a "sentir muy cómoda" en un debate "donde hay que posicionarse".

Desde Ciudadanos, su candidato Juan Marín se ha mostrado muy satisfecho porque Ciudadanos haya entrado por primera vez al Parlamento andaluz, y confía en que ahora se desarrolle una labor constructiva, "a ver si somos capaces entre todos de buscar lo que los une y no lo que nos separa", ha apostillado el líder andaluz.Los partidos emergentes tratan de aplazar el pacto

Ese mensaje de diálogo se interpreta en cambio más como una declaración para salvar posturas de cara a la galería que como una intención real de los distintos grupos.

Diálogo sí, pero ninguno de ellos parece hoy dispuesto a ceder en sus posiciones, consciente también de que cualquier 'retirada' puede tener graves costes en términos electorales.

Con ello, la posibilidad de una Andalucía difícil de gestionar gana cada vez más enteros. El PSOE ha salvado in extremis la composición hoy de la mesa del Parlamento, designando a su presidente en segunda vuelta, con el único apoyo de los socialistas y la abstención del resgo de grupos, pero a Díaz se le encara ahora otro escenario más complejo: el de la investidura.

La presidenta electa tiene hasta junio para salvar las reticencias que todos los grupos han puesto para superar una cuestión que, en la mayoría de ocasiones, no reviste más que carácter de trámite. En el caso andaluz, en cambio, las marcadas "líneas rojas" que cada partido ha puesto sobre la mesa suponen en la actualidad un serio revés para Díaz.

Todas las formaciones han planteado puntos difíciles de asumir para la socialista: entre ellos, la dimisión de los expresidentes Chaves y Griñán que se le exige desde Podemos y Ciudadanos.

Los grupos advierten de que, de no aceptarse sus condiciones, votarán en contra de la investidura en las sucesivas votaciones que se celebren, lo que llevaría a la comunidad a una nueva convocatoria electoral. Un escenario que, en realidad, a nadie interesa.

En el seno 'popular', la posibilidad de llegar a un acuerdo con Díaz empieza a ser reclamada con insistencia, aunque las órdenes que llegan de Génova sean las contrarias. Entre algunos dirigentes preocupa la idea de una 'foto' en la que PP y Podemos coincidan en sus posturas, en este caso, la negativa a Díaz. Pero la consigna es clara: hay que esperar a las elecciones municipales y autonómicas, una cita que resultará clave para medir el músculo de cada partido y para ensayar también un hipotético escenario nacional. El PP ha condicionado su voto a que el PSOE respete la lista más votada en los comicios de mayo, un extremo que los socialistas rechazan y que daría aire a los populares en uno de sus momentos electorales más delicados.

Tampoco Díaz asume de momento la renuncia de sus presidentes antecesores. Su única 'cesión' ha sido, hasta ahora, la de anunciar que, en caso de que Chaves y Griñán sean procesados por el Supremo, se les pedirá el acta, algo que ni Ciudadanos ni Podemos consideran insuficiente.

Entre tanto, desde Ferraz se abre la puerta a los pactos "con todos, menos con el PP", según lo expresado hoy por su secretario de Organización, César Luena. Un mensaje del que recelan los partidos emergentes, que prefieren enfilar primero su carrera a las urnas y valorar después las posibles alianzas.

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