En rueda de prensa, el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, ha señalado que el jefe de la ONU está "muy atento" al desarrollo de los acontecimientos en Venezuela y que durante la última semana ha hablado por teléfono con los representantes que forman parte de la mediación internacional para discutir sobre la situación actual y de los posibles movimientos a realizar.
Asimismo, Dujarric ha subrayado la preocupación de Guterres con respecto a la violencia registrada en las últimas semanas.
"En este momento también es importante que el Gobierno y la oposición se comprometan sinceramente con la reactivación de un diálogo abierto", ha indicado, antes de recordar la necesidad de hallar "medidas concretas" que tengan como objetivo "crear las condiciones necesarias para la unidad y abordar los desafíos del país".
El grupo de mediadores --integrado por los expresidentes de España, José Luis Rodríguez Zapatero; de Panamá, Martín Torrijos; de República Dominicana, Leonel Fernandez y el de Colombia, también ex secretario general de UNASUR, Ernesto Samper-- rechazó la semana pasada la violencia registrada en las manifestaciones.
"Manifestamos nuestro firme rechazo a todo tipo de violencia que afecte la determinación de todos los venezolanos, apoyados por la comunidad internacional, de generar las condiciones que permitan llegar a una solución pacífica de sus diferencias", señalaron en un texto.
La tensión política en Venezuela alcanzó un nuevo pico el pasado marzo, cuando el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) despojó temporalmente de sus poderes a la Asamblea Nacional --controlada por la oposición desde 2016-- y dejó sin inmunidad parlamentaria a los diputados.
El Gobierno de Maduro ordenó dar marcha atrás en ambas decisiones, algo que el TSJ cumplió, pero la oposición y la Organización de Estados Americanos (OEA) consideran que se ha producido una "ruptura del orden constitucional" que requiere elecciones anticipadas.
Desde entonces la Mesa de Unidad Democrática (MUD) --coalición opositora-- no ha dejado de convocar manifestaciones que han acabado en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Maduro, por su parte, ha atribuido los hechos de violencia a grupos armados por la oposición que, según denuncia, pretende facilitar una intervención extranjera en Venezuela para derrocar a su Gobierno.
En este contexto, el mandatario ha anunciado la convocatoria de una Asamblea Constituyente en el país que tanto oposición como la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) han calificado de "fraudulenta".
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