El portavoz del PSOE en el Senado apuesta por "asumir" que España es un Estado plurinacional "como Australia"

  • Avisa que aplicar el 155 de la Constitución con Cataluña como plantea Alfonso Guerra no acaba con el problema: "al día siguiente seguirá ahí"
EUROPA PRESS

El nuevo portavoz del Grupos Socialista en el Senado, Ander Gil, apuesta por asumir que España es un Estado plurinacional como Australia. En su opinión este planteamiento sería la base para articular una salida a las demandas de Cataluña y solucionar un debate que "aburre muchísimo". En una entrevista concedida a Europa Press avisa que aplicar el artículo 155 de la Constitución con Cataluña, como plantea el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, no acaba con el problema: "al día siguiente seguiría ahí".

Al ser preguntado cómo plantea el PSOE profundizar en la plurinacionalidad de España, tal y como ha aprobado el último Congreso del PSOE celebrado el pasado fin de semana, responde que se trata de asumir "una cuestión que está ahí" y que genera un problema importante en el caso de Cataluña pero que, recuerda, "algunos estatutos de autonomía ya recogen desde hace mucho tiempo esas realidades nacionales en este país".

En este sentido, apunta que se trata de "dar el salto a la Constitución", es decir, de que la Carta Magna reconozca "ese tipo de sensibilidades, que en el caso de Cataluña son históricas porque se vienen reivindicando desde hace mucho tiempo".

Aclara también que el PSOE "tiene muy claro que la soberanía española reside en el conjunto del pueblo español", pero precisa que aunque en su partido son socialistas y no nacionalistas, no dejan de admitir que es necesario "buscar una vía de salida a estas demandas".

"Asumir que España es un estado plurinacional como lo puede ser Australia", exclama. Australia es una monarquía constitucional federal parlamentaria, dividida en seis estados --Nueva Gales del Sur, Queensland, Australia Meridional, Tasmania, Victoria y Australia Osccidental--, dos territorios continentales y dos menores.

En la mayor parte de sus asuntos, los territorios funcionan de manera similar a los estados, pero el parlamento de la Confederación tiene el poder de anular cualquier legislación de los parlamentos estatales y territoriales. En cambio, la legislación federal sólo puede anular leyes de los estados relativas a ciertas áreas según se establece en la sección 51 de la constitución australiana. Todos los poderes legislativos residuales son manejados por los parlamentos de los estados, incluyendo hospitales, educación, policía, poder judicial, carreteras, transporte público y gobierno local.

Ander Gil considera que este planteamiento de profundizar en la plurinacionalidad supone dar "un paso adelante" y ofrecer una "vía de salida a un debate que aburre muchísimo a la gente y que no lleva a ninguna solución, es el rollo que se traen Rajoy y Puigdemont, este choque de trenes y dialéctica de confrontación que no lleva a ningún lado bueno".

NO ESPERAR A ESTAMPARTE CONTRA EL MURO

Ander Gil compara esta disputa entre el presidente del Gobierno y el de la Generalitat con alguien que va dentro de un coche por una calle que está cortada: "¿No sería conveniente dar la vuelta nada más meterte en la calle y no esperar a estamparte contra el muro?".

Por ello, recalca que su partido ha puesto encima de la mesa una propuesta que, en su opinión, "puede ser la base para articular una salida" y que permita que se dediquen a "hablar de los problemas de los catalanes y otros territorios sobre cómo funciona la Sanidad, cómo se gestionan los territorios, de estas cuestiones que preocupan a los socialistas y al conjunto de los ciudadanos".

Al ser preguntado por la propuesta que también ha hecho un socialista, Alfonso Guerra, de aplicar el artículo 155 de la Constitución Española a Cataluña --en el que se contempla la posibilidad de que el Gobierno adopte medidas para obligar a la CCAA a cumplir sus obligaciones para proteger el interés general--, el nuevo portavoz socialista en el Senado admite que la Ley establece esta posibilidad.

Sin embargo, se muestra convencido de que "al día siguiente de su aplicación", el problema no habrá desaparecido: "seguirá ahí". En su opinión, "la aplicación dura de la ley" no va a resolver el problema de fondo. Admite, no obstante, que "es difícil hacerse un hueco con este discurso", pero cree que es "el único viable" y que con el tiempo es verá.

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