Estambul, 1 jun.- Soberanía, integridad territorial, independencia y unidad son las exigencias principales de la Declaración de Estambul con la que se ha clausurado hoy la II Conferencia de Somalia, en la que participaron altos cargos de 57 países y 11 organismos internacionales.
El arranque de la declaración rechaza las pretensiones del delegado del autoproclamado Estado de Somalilandia, Ahmed Abdi Haabsade, quien insistió en que las tres décadas de historia compartida habían quedado atrás, después de 20 años de "duro trabajo" para estabilizar un territorio de facto independiente.
"Apoyaremos los esfuerzos de llevar la paz a nuestro país vecino, Somalia", prometió Haabsade.
Los delegados de otros dos territorios fuera del control de Mogadiscio, Puntlandia y Galmudug, declararon no obstante su compromiso con una Somalia federal pero unificada.
Los asistentes a la conferencia, entre ellos el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, han debatido en la ciudad eurasiática durante dos días sobre la recta final de la transición de Somalia, que debe terminar el 20 de agosto próximo, tras aprobarse una Constitución y elegirse un Parlamento.
El presidente del país africano, Sharif Shaij Ahmed, reiteró su compromiso de cumplir esta hoja de ruta aunque pidió el apoyo internacional para lograrlo.
"No puedo hacerlo solo", advirtió, insistiendo que es urgente entrenar y equipar un Ejército nacional y unas fuerzas de orden que puedan garantizar la paz, así como disponer de una judicatura independiente.
El ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, anfitrión de la conferencia, anunció la creación de un fondo internacional para financiar las nuevas fuerzas de seguridad nacionales de Somalia y pidió que otros países también colaboren.
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