Cuestionan venta de fragatas antes de visita del rey de España a Arabia Saudita

El rey de España Felipe VI inicia el sábado su primera visita de Estado a Arabia Saudita, con la posible venta de cinco fragatas de guerra a la marina saudita en la agenda, una operación cuestionada por defensores de derechos humanos.

Felipe VI, de 48 años, permanecerá en Riad de sábado a lunes, por invitación del rey Salman, de 80 años.

Salman accedió al trono el 23 de enero de 2015, ante la muerte de su medio hermano Abdala a la edad de 90 años.

En ese momento, Felipe VI viajó a Riad para presentar sus condolencias al dirigente de la gran potencia petrolera mundial, cuya familia frecuenta la ciudad balnearia de Marbella en el sur de España.

La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional pidió el viernes en Twitter que España renuncie a vender "cinco fragatas de guerras que estamos fabricando para Arabia Saudita".

La ONG teme que estas corbetas puedan ser utilizadas en el conflicto en Yemen para cometer violaciones de derechos humanos.

"Están bombardeando hospitales, escuelas públicas, centros de salud, entre otras infraestructuras llenas de gente", denunció el director para España de Amnistía Internacional, Esteban Beltrán.

En enero, otras asociaciones, entre ellas Greenpeace y Oxfam, emitieron una carta abierta a la empresa Navantia y al gobierno español de Mariano Rajoy para mostrar su oposición.

El diario El País afirmó esta semana que "uno de los imperativos de la visita" del rey es "la firma del contrato con la empresa española Navantia, que construirá cinco corbetas del tipo Avante 2200" por más de 2.000 millones de euros.

Para la empresa pública española Navantia sería "el mayor contrato hasta ahora firmado", que podría garantizar "empleos a dos millares de personas durante cinco años", según el periódico.

Consultada por la AFP, la Casa Real no hizo comentarios sobre esta información.

El rey estará acompañado por el nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Alfonso Dastis, y el de Fomento, Íñigo de la Serna.

El portavoz del gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, se limitó el viernes a señalar que se trata de "una visita como tantas otras de los reyes, "donde hay relaciones personales entre familias reinantes y donde hay muchos intereses de España en juego", sin responder a las críticas de las ONG.

"Compartimos muchos escenarios estratégicos mundiales" como la lucha contra el Estado Islámico y "la cuestión de Siria", agregó Méndez de Vigo, quien también nombró "intereses españoles" como la construcción de un tren de alta velocidad Medina-La Meca o el metro de Riad.

El partido izquierdista de Podemos, tercera fuerza política de España, criticó el lunes que el gobierno autorizara "el viaje del rey a una autocracia autoritaria", según dijo un portavoz, Pablo Bustinduy.

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