Debate en Alemania sobre papel del ejército ante la amenaza terrorista

Si bien la presencia de soldados armados forma parte del día a día de Francia o Bélgica después de varios atentados mortales, esta eventualidad causa revuelo en Alemania, donde el papel del ejército está muy delimitado desde el fin de la época nazi.

La ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, reavivó el debate a finales de julio al ordenar al ejército que estuviera preparado para intervenir durante la matanza de Múnich (sur). Allí, un binacional de Alemania e Irán de 18 años, que padecía problemas mentales, acabó con la vida de nueve personas y luego se suicidó.

Este suceso se produjo unos días después de dos atentados, reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), en el sur: un ataque con hacha cometido en un tren por un adolescente de 17 años, probablemente de Afganistán, que dejó cinco heridos, y un atentado perpetrado por un kamikaze sirio que hirió a quince personas en las inmediaciones de un festival de música.

La canciller, Angela Merkel, presentó un plan para aumentar la seguridad, evocando, entre otras medidas, un refuerzo del ejército si se produjeran grandes atentados.

"Es el momento de organizar maniobras en situaciones de gran terrorismo (...) que puedan implicar a las fuerzas armadas bajo la dirección de la policía", declaró, sugiriendo que la idea podría ensayarse en uno o dos Estados regionales.

La perspectiva de que los soldados de la "Bundeswher" patrullen por las calles de Alemania no se había presentado desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y genera debate en la sociedad.

Durante el nazismo, la asignación poco clara de misiones entre las fuerzas de la policía y el ejército está considerada como uno de los factores que facilitaron la persecución de judíos y opositores al Estado.

En la Constitución aprobada después de la guerra, Alemania decidió separar claramente las tareas de ambos cuerpos. En la actualidad, el ejército no puede intervenir en territorio alemán, salvo por acciones humanitarias en caso de catástrofes naturales o en caso de amenaza "contra el orden democrático del Estado federal".

La iniciativa ha despertado una polémica dentro de la coalición gubernamental formada por los democristianos de Angela Merkel (CDU) y los socialdemócratas (SPD).

El debate ya resurgió a raíz de los atentados del 13 de noviembre en París, que dejaron 130 muertos. El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble (CDU), dijo que Alemania debería poder recurrir a sus soldados para ayudar a la policía si el país llegaba a encontrarse en una situación similar a la de su vecino.

Sin embargo, un sondeo reciente publicado por el semanario Die Zeit reveló que el 66% de la población no respalda la idea.

Los miembros socialdemócratas de la coalición en el poder se opusieron y, en cambio, reclamaron que se reforzaran los medios de la policía.

Por su parte, la policía tampoco escondió su desacuerdo. "Las fuerzas armadas son completamente incapaces de aportarnos la ayuda que necesitamos", principalmente, investigadores, aseguró el dirigente del sindicato de la policía GdP, Oliver Malchow.

Frente a esto, y tras los atentados de julio, el ministro de Interior del estado de Sarre (oeste), el democristiano Klaus Bouillon, consideró que sería "paradójico y absurdo ver a la policía llegar a sus límites en caso de emergencia excepcional mientras que el ejército mira sin ayudar".

Christian Mölling, experto en defensa y seguridad en el German Marshall Fund, denunció que no existe un debate de fondo sobre el tema. "No puedo decirle si estoy a favor o en contra porque nadie me dice porqué. ¿Porqué se debería recurrir a las fuerzas armadas?", declaró a la AFP.

"Necesitamos un debate honesto, es decir, [que defina] lo que pasa sobre el terreno y cómo el ejército puede apoyar a la policía", apuntó el experto, que consideró que Alemania ha tenido mucha "suerte estos últimos años porque sabemos que es un objetivo de los terroristas y hemos podido evitar hasta ahora todos los ataques".

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