Europa teme que la caída de Mosul acelere el regreso de yihadistas

Los europeos temen que si las fuerzas iraquíes recuperan Mosul, el último gran bastión del grupo Estado Islámico (EI) en Irak, se acelere el regreso de yihadistas al continente, aumentando la amenaza de atentados.

"La recuperación del bastión del EI en el norte de Irak, Mosul, puede hacer que los combatientes del grupo EI preparados para combatir vuelvan a Europa", declaró el comisario europeo de seguridad Julian King al diario alemán Die Welt.

"Incluso un pequeño número (de yihadistas) representa una amenaza seria, ante la cual debemos prepararnos", "aumentando nuestra capacidad de resistencia ante la amenaza terrorista", estimó el comisario británico.

Las fuerzas iraquíes acaban de lanzar su ofensiva para la reconquista la segunda ciudad de Irak. La batalla hace temer una catástrofe humanitaria para sus habitantes, así como la desmovilización de los yihadistas, algunos de ellos de origen extranjero.

Según King, el EI cuenta en Irak y en Siria con unos 2.500 combatientes europeos. Entre ellos varios centenares de franceses, británicos y alemanes.

"Los servicios de seguridad deben apagar el incendio y hacer desaparecer el peligro que estas personas representan" en caso de que vuelvan, "pero es muy difícil", admitió recientemente el jefe de los servicios de inteligencia interior alemán, Hans-Georg Maassen.

Según la prensa alemana, se necesitan 10 policías para vigilar noche y día a un islamista de regreso de la zona, pero ya están desbordados vigilando a las personas potencialmente peligrosas que nunca han salido del país.

En Francia, según fuentes de seguridad, unos 400 franceses siguen en la zona, entre ellos 150 combatientes. El resto son familiares.

El ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Marc Ayrault, alertó el martes del peligro "de los menores que volverían radicalizados".

En caso de derrota militar del EI en Mosul, "algunos intentarán cambiar de lugar, otros tratarán tal vez de regresar a Francia. Es un gran problema", afirma una fuente de seguridad francesa, que pide no obstante "relativizar" la amenaza "con relación por ejemplo a los chechenos".

Y es que el regreso de yihadistas de Irak o de Siria también representa una amenaza para países como Rusia o los del Magreb (incluida Libia).

Miles de tunecinos se unieron a las filas de grupos yihadistas como el EI, suministrando el mayor contingente de "combatientes" extranjeros. También cuentan con muchos ciudadanos de repúblicas caucásicas rusas y de los países de Asia central.

Según otra fuente de seguridad francesa, los esfuerzos del ejército iraquí y de la coalición internacional estarán encaminados a "interceptar el mayor número" posible de yihadistas "a la salida de Mosul" y luego "bloquearlos en Raqa", la "capital" de los yihadistas en Siria.

El tema preocupa sobremanera en Europa debido a que los atentados sangrientos de París en noviembre de 2015 (130 muertos) y de Bruselas en marzo (32 muertos) fueron cometidos o planificados, en parte, por hombres de regreso de Siria, como Abdelhamid Abaaoud.

"Creo que el EI entra en una nueva fase" por las pérdidas territoriales sufridas por la organización en Siria y en Irak que menoscaban su proyecto de califato en la región, considera Chris Phillips, director de la agencia Ippso, especializada en el asesoramiento en materia antiterrorista.

"Habrá un aumento en el número de ataques terroristas en el norte de África y en Occidente", declaró a la AFP, estimando que el fenómeno "se amplifica por la crisis de los refugiados" que permitió a algunos yihadistas regresar a Europa de incógnito, mezclándose con los migrantes.

Si el EI "no es capaz de proyectar la misma visión de victoria y de poder que en el pasado, el número de combatientes desmovilizados que intentan huir del califato irá en aumento", asiente Raffaello Pantucci, analista del Royal United Services Institute, en la edición de este martes del Daily Telegraph.

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