Jefes yihadistas abandonan Mosul en plena ofensiva iraquí para retomar la ciudad

Los jefes yihadistas abandonaron Mosul, afirmó un general estadounidense el miércoles, en el tercer día de la ofensiva de las fuerzas iraquíes, que preparan nuevos ataques en los alrededores del último feudo del grupo Estado Islámico (EI) en Irak.

Para reconquistar Mosul, las fuerzas iraquíes reciben el apoyo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos que, además de su aviación, tiene en el terreno desplegados militares en labores de asesoramiento y entrenamiento.

La ofensiva, la más importante de las llevadas a cabo en los últimos años por las fuerzas de Bagdad, ha progresado rápidamente desde el lunes, pero el presidente estadounidense Barak Obama --igual que otros líderes occidentales-- augura una "batalla difícil".

En Mosul, cientos de miles de civiles viven desde hace dos días sacudidos por los bombardeos contra el EI, intentando sobrevivir entre ataques y escasez de alimentos.

"No dormimos en toda la noche por culpa de los ataques aéreos. Oímos grandes explosiones pero no sé cuáles son sus objetivos", afirmó a la AFP por teléfono Abu Saif, un residente de 47 años.

"Muchas familias empiezan a carecer de algunos alimentos de base, no hay más comercio en Mosul, la ciudad está aislada del mundo", advirtió.

Abu Imad, otro vecino, explica que los precios se han disparado. El dólar vale ahora 1.600 dinares iraquíes en el mercado negro, frente a los 1.400 de la semana pasada.

Las tropas federales ingresaron el martes en varios barrios de Qaraqosh, situada a unos 15 km al sureste de Mosul, suscitando manifestaciones de alegría entre los cristianos que se refugiaron hace dos años en la cercana región kurda.

Según oficiales, las unidades antiterroristas iraquíes estaban luchando para expulsar a los yihadistas de Qaraqosh.

"Rodeamos ahora Hamdaniya" declaró a la AFP el teniente Riyadh Tawfiq, comandante de las fuerzas terrestres iraquíes, en la base de Qayyarah --desde donde se organiza gran parte de la ofensiva--, refiriéndose al distrito que incluye Qaraqosh.

"Preparamos un plan para lanzar un asalto y limpiar" la ciudad, dice, añadiendo que "hay focos (de resistencia), combates y (los yihadistas) recurren a los coches bomba pero esto no les ayudará".

La ofensiva de Mosul no tiene que "expulsar terroristas" del EI de Irak hacia Siria, advirtió por su parte el jefe del estado mayor ruso, el general Valery Gerasimov.

El martes por la noche en Erbil - capital del Kurdistán iraquí-, centenares de cristianos iraquíes, que tuvieron que huir en 2014 de Qaraqosh (también conocida como Bajdida), habían celebrado con bailes y cantos la operación del ejército para reconquistar la ciudad.

Unas 50.000 personas vivían en Qaraqosh, situada en la llanura del Nínive, al este de Mosul, antes de la ofensiva de EI en agosto de 2014 que obligó a huir a la mayoría de la población, en general hacia el Kurdistán.

Qaraqosh era la mayor de las ciudades cristianas de Irak, y por ello tiene un carácter simbólico, según Faraj Benoit Camurat, presidente de Fraternidad en Irak, ONG que apoya a las minorías en este país.

Unos 300.000 cristianos estarían aún presentes en Irak.

Antes de alcanzar los suburbios de Mosul --segunda ciudad del país, en manos de EI desde junio de 2014--, donde estarían atrincherados entre 3.000 y 4.500 yihadistas fuertemente armados, las fuerzas iraquíes deben atravesar territorios controlados por EI.

Responsables militares iraquíes indicaron que varias localidades del distrito de Al Shura, al sur de Mosul, habían sido ya retomadas.

Familias enteras que recuperaron su libertad de movimiento por primera vez en dos años se acercaban prudentemente a las fuerzas militares iraquíes, agitando banderas blancas, mientras que otras permanecían en sus casas.

La mayoría de los hombres de una de estas localidades llevaban largas barbas porque el EI les prohibía afeitarse. Uno de sus habitantes, Abu Abdalá, pidió a un policía un cigarrillo, igualmente prohibido bajo el "reino" del EI.

Pero el futuro de los habitantes de Mosul preocupa a la ONU, que teme que el EI retenga a civiles "contra su voluntad" y los utilice como "escudos humanos".

Unas 200.000 personas podrían desplazarse "en las dos primeras semanas", cifra que puede aumentar significativamente a medida que avance la ofensiva, según la ONU.

Hasta ahora solamente algunas decenas de familias han podido abandonar Mosul desde el inicio de la operación.

"Miles de iraquíes huyen hacia un campamento de refugiados sirio ya repleto para poder escapar de la ofensiva contra Mosul", indicó el miércoles la ONG Save the Children. Unos 5.000 civiles llegaron en los últimos días al campamento de Al-Hol, situado en Siria a pocos kilómetros de la frontera iraquí.

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