Kabul pide a Trump mantener el apoyo aéreo contra la insurgencia

  • El exministro de Interior afgano y actual asesor de Seguridad Nacional del Gobierno de Kabul, Mohammad Atmar, ha reclamado al presidente estadounidense de Donald Trump, mantener el apoyo aéreo que brindaba la anterior Administración de Barack Obama, a las operaciones contra la insurgencia en el país hasta que desarrollen sus propias capacidades para ello.
EUROPA PRESS

"Sobre el terreno, estamos haciéndolo bien, tenemos desafíos pero lo que necesitamos es que las operaciones en tierra reciban apoyo aéreo de cerca hasta que contemos con nuestras capacidades y hasta entonces seguiremos pidiendo la ayuda de Estados Unidos", ha explicado Atmar en rueda de prensa en la sede de la OTAN, donde ha informado a los embajadores permanentes de los Veintiocho aliados sobre la situación en el país y el plan del Gobierno a cuatro años para reforzar a las fuerzas afganas.

El dirigente afgano ha insistido en que mantener el apoyo aéreo de Estados Unidos es "clave" tras alertar de que "llevará tiempo desarrollar esta capacidad plenamente" afgana, aunque ha celebrado que la Administración de Trump "está garantizando que Estados Unidos seguirá comprometida con la asociación" con Afganistán.

"Es importante que ambos países trabajen para neutralizar las amenazas de seguridad" en Afganistán y la región, ha explicado Atmar, que ha avisado de que combatir a los grupos terroristas afganos como los talibán, paquistaníes como Lashkar-e-Taiba (LeT), los grupos regionales uzbekos y tayikos y los globales como Al Qaeda y el Estado Islámico, "es una responsabilidad compartida".

El comandante de las fuerzas de la OTAN y de Estados Unidos en Afganistán, el general estadounidense John Nicholson, avanzó en diciembre que pediría a la nueva Administración "continuar" con el apoyo aéreo necesario hasta que se construya la fuerza aérea afgana y se sustituya su flota de aparatos rusos por estadounidenses o de otros países de Occidente y avisó de que si las fuerzas internacionales se retiran del país asiático ahora "sólo es cuestión de tiempo" que los 20 grupos terroristas presentes en la zona "lleguen a nuestra puerta".

"Combatirles es una responsabilidad compartida, de la región y Afganistán y de nuestros socios internacionales", ha avisado el responsable afgano, que ha insistido en que se requiere el "esfuerzo de todos" para combatirlos y ha admitido de que aunque agradecen el apoyo "centrada" en la formación y asesoramiento de los países de la OTAN, el Gobierno afgano saludarían que asumieran "roles adicionales, ya fuera colectivamente o a nivel bilateral" en apoyo a las fuerzas afganas.

"No he pedido soldados adicionales de la OTAN. He pedido apoyo para la hoja de ruta de cuatro años para el desarrollo de las fuerzas de seguridad afganas dentro del marco actual de la misión de Apoyo Decidido" que cuenta con unos 13.000 efectivos en la actualidad, ha precisado, aunque sí ha reclamado "flexibilidad" sobre el terreno y ha insistido en que mantener el apoyo aéreo es "clave".

Atmar ha precisado que la nueva hoja de ruta del Gobierno afgano para desarrollar las fuerzas afganas "esencialmente" busca "aumentar las capacidades de combate y la eficacia de las fuerzas afganas" manteniendo "el mismo techo" de 352.000 soldados y policías que integran las fuerzas afganas, al tiempo que ha precisado que las otras capacidades que necesitan "en términos de armas, comunicación, movilidad y logística en general" los costearán con "recursos propios y de Estados Unidos y la OTAN". "No hay ninguna preocupación en términos de los déficit aquí. El mayor déficit es el apoyo aéreo de cerca", ha precisado.

LA REPATRIACIÓN DE AFGANOS DE EUROPA, UN DESAFÍO

El alto cargo del Ejecutivo afgano ha reconocido que "la situación ha sido más difícil en 2016 que en 2015" en Afganistán porque "más terroristas han entrado en Afganistán desde fuera", lo que se ha traducido en "un aumento en el nivel de violencia y en las bajas de civiles y de personal militar", aunque ha subrayado la importancia de que los talibán no han podido capturar ninguna capital de provincia, como trataron.

También ha reconocido que el retorno de los nacionales afganos devueltos desde Europa en virtud del acuerdo firmado con la UE pero también con países bilaterales como Alemania es "un desafío" para el país y "será problemática", "especialmente por la seguridad". "No es una situación normal de turistas que se van del país y vuelven", ha ironizado, al tiempo que ha pedido a Europa que mantengan un "apoyo suficiente" para garantizar su vuelta "segura y digna".

"Los cuatro grupos (tipos) de grupos terroristas están intentando aumentar su presencia no sólo en el sur y en el este, sino también en el norte" de Afganistán, ha avisado Atmar, que ha achacado el empeoramiento de la situación en el norte del país, en lugares como Kunduz, a la retirada de las tropas de la OTAN.

"Debido a la reducción de los militares de la OTAN y Estados Unidos y la reducción de las capacidades aéreas, estas redes han logrado aumentar su número en el norte", ha subrayado, precisando que se trata sobre todo del Movimiento Islámico de Uzbekistán, así como terroristas tayikos y chechenos que buscan "un santuario" en el norte del país desde donde lanzar "su campaña terrorista en Asia Central, Rusia y China".

IRÁN, RUSIA Y PAKISTÁN

Preguntado por los contactos que han mantenido Rusia e Irán directamente con los talibán, Atmar ha admitido que el Gobierno afgano les ha trasladado a ambos su preocupación "de la forma más firme" por estos contactos y les ha pedido que "cualquier contacto con los talibán se use para la paz y no la guerra".

"La respuesta ha sido positiva tanto de Rusia como Irán. En los próximos meses nos implicaremos más con ellos", ha explicado, dejando claro que Kabul considera a ambos "amigos" y que el Gobierno afgano también está interesado "siempre" en avanzar en el proceso de paz y reconciliación.

Eso sí, ha dejado claro que "la paz y la reconciliación no pueden ocurrir sin el apoyo de la región, especialmente de Pakistán", al que ha vuelto a instar a combatir "juntos" a los grupos terroristas, algo que "requiere eliminar todos los santuarios" en la región. "Sabemos donde mataron a Usama bin Laden", ha ironizado, avisando de que permitirles un santuario "es dejar un Frankenstein, que puede acabar yendo a por el anfitrión".

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