La tensión en Lituania, Letonia y Estonia, antiguas provincias de la Unión Soviética que ahora forman parte de la OTAN y de la Unión Europea, ha aumentado drásticamente desde que Rusia se anexionó la península de Crimea en 2014, a pesar de la resistencia por parte de Ucrania.
Los servicios de Inteligencia lituanos han afirmado en su informe anual que Rusia ha aumentado su capacidad militar en la región de Kaliningrado a lo largo del último año, por lo que puede lanzar ataques contra el Báltico sin apenas tener que prepararse previamente.
El nuevo despliegue de armamento por parte de Rusia en la región incluye cazas Su-30 y sistemas de misiles con alcance suficiente para hundir un buque en cualquier parte del Báltico.
"Es una señal para que la OTAN mejore la velocidad de su toma de decisiones", ha señalado el ministro de Defensa lituano, Raimundas Karoblis, este lunes en una rueda de prensa posterior a la presentación del informe. "El tiempo de reacción de la OTAN no es tan rápido como nos gustaría que fuera", ha añadido.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha rechazado los temores de los estados del Báltico, alegando que forman parte de un aumento de la "rusofobia" en la región. "Existe una rusofobia total, un movimiento histérico de rusofobia", ha asegurado. "Moscú siempre ha tenido buena relación con los estados del Báltico", ha añadido.
Este año, la OTAN planea desplegar un millar de soldados en cada uno de los estado del Báltico y Polonia, que servirán de refuerzo a las tropas estadounidenses que ya operan en la zona.
"Las fuerzas de las que disponemos son las adecuadas a corto plazo, pero a largo plazo necesitamos más capacidad militar, no sólo tropas en tierra sino defensas aéreas para poder hacer frente a cualquier tipo de bloqueo", ha añadido Karoblis.
Rusia lleva meses monitorizando y bloqueando las frecuencias de radio que son utilizadas por los pilotos de la OTAN en el mar Báltico. También está utilizando buques comerciales y de investigación científica como vigilancia.
Los servicios de Inteligencia han alegado que existe un gran riesgo de se produzcan "incidentes deliberados o accidentales" entre las tropas rusas y bielorrusas que están participando de forma conjunta en una serie de ejercicios militares en Kaliningrado.
Los estados del Báltico ya han asegurado en diversas ocasiones que presionarán a Estados Unidos y a la OTAN para que refuercen la seguridad en la zona. "Las provocaciones contra las unidades de la OTAN en Lituania continuarán y sólo se harán más grandes", ha asegurado Remigijus Baltrenas, jefe de los servicios de contra inteligencia lituanos.
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