FELIPE VI PRESIDE EL 50 ANIVERSARIO DE LAS UNIDADES DE HELICÓPTEROS DEL EJÉRCITO DE TIERRA

Felipe VI presidió este jueves el 50 aniversario de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (Famet) que ha tenido lugar en la base Coronel Maté, próxima al municipio madrileño de Colmenar Viejo.
De este modo, el Monarca regresó a la base donde en 1997 recibió las ‘alas doradas’, insignia que le acredita como piloto de helicópteros del Ejército de Tierra. No obstante, también posee la distinción que le habilita para manejar las aeronaves de la Armada y del 402 Escuadrón del Ejército del Aire.
Felipe VI aterrizó en la base Coronel Maté a los mandos de un helicóptero ‘Superpuma’ del Ejército del Aire escoltado por dos helicópteros de ataque ‘Tigre’ del Ejército de Tierra antes de dar comienzo el acto.
Durante el mismo, Felipe VI, que vestía el uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, estuvo acompañado por el ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés, y por el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (jeme), general Jaime Domínguez Buj.
Al inicio del acto, el Monarca recibió honores y pasó revista a las tropas. A continuación, Morenés y el jeme condecraron a aquellos miembros de las Famet que se han hecho acreedores de ello.
"PASADO, PRESENTE Y FUTURO"
También se procedió a la despedida del estandarte de quienes se desvinculan de las unidades de helicópteros del Ejército de Tierra y que pasarán próximamente a la reserva.
Posteriormente, la viuda del coronel Maté entregó el premio que lleva el nombre de su marido a la Hermandad ‘La V’, en honor a los veteranos de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra, que fue recogido por el teniente general Suances.
Durante el acto, el general al mando de las Famet, Fernando García Blázquez, pronunció un discurso en el que subrayó que suponía un “honor y un placer extraordinario” recibir al Rey en esta base con motivo del 50 aniversario de la unidad. “Representamos el pasado, presente y futuro de las unidades de helicópteros”, sentenció.
El general García Blázquez puso de manifiesto que las ‘bodas de oro’ de las FAMET concitan “las ilusiones de juventud de los mayores, los esfuerzos y los sacrificios de los que se aplicaron para su desarrollo, profesionales de la milicia, soldados y personal civil, que se dedicaron a su trabajo, con tesón y acierto, muchas veces con testarudez, siempre con esperanza y, en algunos casos, entregando la propia sangre al servicio de nuestra patria, para sacar adelante esta empresa.
"55 HÉROES"
Por todo ello, expuso que el lema ‘sicut in coelo et in terra’ (así en el cielo como en la tierra) “no es un brindis al sol, es nuestro espíritu y nuestra forma de ser” y concluyó entonando vivas a España, al Rey, al Ejército y a las FAMET tras recordar a los “55 héroes” de la unidad que murieron en acto de servicio.
Tras las palabras del general García Blázquez se procedió a tributar un homenaje a los que dieron su vida por España en el que se colocó de una corona de laurel ante el monumento en memoria de quienes murieron en acto de servicio, se entonó ‘La muerte no es el final’ y culminó con la pasada de distintos helicópteros.
El acto concluyó con un desfile militar durante el que sobrevolaron la base distintas unidades que componen la flota de las Famet como el ‘EC-135’, el ‘Super Puma’ o el ‘Chinook’.
Las Famet están compuestas por 1.523 efectivos y un centenar de helicópteros. A lo largo de su historia han participado en misiones internacionales como las de Afganistán, Bosnia o Líbano.

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