"En territorio sirio tendremos permanentemente una base naval en Tartus, los correspondientes documentos están listos en estos momentos y están pasado los procedimientos de acuerdo entre las instituciones", ha explicado Pankov, en una comparecencia ante el Consejo de la Federación.
"Confíamos en que pronto les pediremos que lo ratifiquen", ha señalado el viceministro, dirigiéndose a los miembros de la Cámara Alta de Rusia.
Rusia es el principal valedor del Gobierno de Siria en la guerra que se prolonga desde hace cinco años y está respaldando a sus fuerzas con una campaña de ataques aéreos contra fuerzas rebeldes y milicianos de los grupos terroristas Frente Fatá al Sham, el antiguo Frente al Nusra, y Estado Islámico.
Rusia tiene en el actualidad un despliegue militar en la base de Tartus, donde la semana pasada destacó una batería de misiles antiaéreos S-300 para reforzar la seguridad del acuartelamiento.
"Este sistema está destinado a garantizar la seguridad de la base marítima militar en Tartus y de los buques en la zona costera que forman parte de la unidad operativa de la Marina rusa", explicó el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov. "El S-300 es un sistema puramente defensivo y no representa ninguna amenaza para nadie", concluyó.
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