Yildirim advierte a Alemania de que deje de apoyar a separatistas y partidarios de Gulen

  • El primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, ha asegurado que la decisión de Alemania de conceder asilo a oficiales turcos acusados de participar en el intento de golpe de Estado de 2016 ha aumentado las tensiones entre los dos aliados de la OTAN.
Reuters/EP

"La decisión de Alemania de conceder asilo a militares golpistas es un avance importante que aumentará la tensión en nuestras relaciones", ha asegurado Yildirim. "Si Alemania quiere mejorar las relaciones con Turquía, tendrá que apoyar a la república turca y no a los separatistas y miembros de FETO", ha añadido refiriéndose al movimiento del clérigo Fethulá Gulen.

Turquía acusa a Gulen, exiliado en Estados Unidos, por el intento de golpe de Estado en julio de 2016 en el que murieron más de 240 personas, algo que el clérigo ha negado.

El Gobierno alemán aseguró la semana pasada que al menos 414 ciudadanos turcos con pasaportes diplomáticos y otros permisos de trabajo de la Administración han solicitado asilo en Alemania desde julio.

Las relaciones entre Ankara y Berlín se han deteriorado a consecuencia de la campaña en torno al referéndum celebrado el 16 de abril en Turquía para modificar la Constitución y ampliar los poderes del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan.

BASE AÉREA DE INCIRLIK

La canciller de Alemania, Angela Merkel, tildó este lunes de "desafortunada" la decisión de Turquía de prohibir por segunda vez la visita de diputados alemanes a las tropas de su país estacionadas en la base aérea turca de Incirlik.

El Gobierno alemán ha asegurado que seguirá intentando que los parlamentarios visiten la base, si bien ya ha adelantado que está considerando alternativas para la retirada de sus soldados de Incirlik, con Jordania como opción de destino más probable.

Unos 260 soldados alemanes se encuentran en la base de Incirlik como parte de la alianza internacional contra Estado Islámico. La mayoría cumple misiones de reconocimiento con cazabombarderos del tipo 'Tornado' o de abastecimiento de las fuerzas que combaten contra los yihadistas en Siria e Irak.

Las autoridades alemanas prohibieron los mítines de miembros del Gobierno turco en el país, lo que llevó a Erdogan a decir que las decisiones de Berlín en este sentido eran "no muy diferentes a las que se tomaban durante el periodo del nazismo".

En el referéndum, el 'Sí' a la reforma constitucional para convertir a Turquía en una república presidencialista se impuso con un 51,35 por ciento de los votos. Alemania y otros países occidentales han expresado su preocupación por lo que temen que sea un camino hacia un régimen autoritario en Turquía.

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