Abe exime a generaciones futuras de disculparse por pasado bélico de Japón

  • El primer ministro japonés, Shinzo Abe, expresó el viernes su "pésame eterno" por las víctimas de la guerra en su país y el extranjero, pero llamó a "no predestinar" a las generaciones futuras a disculparse por ello, con ocasión del 70º aniversario de la capitulación nipona.

"En el 70 aniversario del fin de la guerra, me inclino ante las almas de todos los que murieron, tanto en nuestro país como en el extranjero. Expreso mis sentimientos de profunda pena y mi pésame eterno y sincero", dijo Abe en su declaración oficial con motivo del aniversario por la capitulación de Japón.

Este momento clave de la política exterior de Japón será examinado muy de cerca por los vecinos asiáticos del archipiélago que sufrieron el colonialismo nipón y las exacciones cometidas por el ejército imperial durante la primera mitad del siglo XX.

"Japón ha expresado en reiteradas ocasiones sus sentimientos de profundo remordimiento y sus sinceras excusas por sus actos durante la guerra", dijo el primer ministro de derecha, evocando "la historia de sufrimiento de los pueblos de Asia" y añadiendo que su país se había "consagrado a la paz y la prosperidad de región" desde el fin del conflicto.

"Esta postura expresada por los precedentes gobiernos será irrevocable en el futuro", añadió.

No obstante, recordó, "en Japón, más del 80% de la población nació después de la guerra. No debemos permitir que nuestros hijos, nietos y las generaciones futuras, que nada tienen que ver con la guerra, estén predestinadas a excusarse", afirmó el jefe de gobierno japonés, de 60 años.

Pese a todo, insistió en que el pueblo nipón tenía "la responsabilidad de recibir la herencia del pasado, con total humildad y transmitirlo para el futuro".

Siete décadas después de la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, su expansión militar entre 1910 y 1945 continúa envenenando las relaciones con China y con Corea del Sur, y esos países estudian al detalle las palabras y gestos de Tokio en cada aniversario del conflicto.

Una de las cuestiones que más sigue indignando a los países asiáticos son las esclavas sexuales asiáticas reclutadas en los burdeles del ejército imperial nipón, que podrían haber alcanzado las 200.000.

"Guardaremos grabado en nuestros corazones ese pasado donde la dignidad y el honor de numerosas mujeres fue gravemente herido durante los conflictos del siglo XX", prosiguió Abe.

China afirma que más de 20 millones de sus ciudadanos murieron debido a la invasión japonesa, la ocupación y las exacciones cometidas por el ejército nipón.

Según Pekín, 300.000 personas habrían muerto en el saqueo de Nankín, una ola de masacres, violaciones y destrucción perpetrada por militares nipones durante las seis semanas que siguieron a la entrada de las tropas en esa ciudad el 13 de diciembre de 1937, aunque universidades extranjeras rebajan fuertemente esa cifra.

Las palabras "excusas" y "agresión" fueron pronunciadas por primera vez desde Tokio en un gesto histórico del primer ministro socialista Tomiichi Murayama en 1995. Una década después, el conservador Junichiro Koizumi agregó "dominación colonial" y "profundo arrepentimiento".

Todos los medios japoneses insistieron en que Abe, acusado por sus críticos de revisionismo histórico, había retomado las "palabras clave" de sus predecesores en el cargo.

Pero aunque su mensaje ha sido "inteligente", Abe "ha expresado muchas cosas desde un punto de vista objetivo más que desde su propia postura" a excepción del pasaje sobre las generaciones futuras, subrayó Haruko Sato, profesora de la Universidad de Osaka (oeste).

"Parece que el primer ministro Abe considera responsabilidad de su gobierno poner fin a la diplomacia de la excusa", aseguró esta especialista en las relaciones entre China y Japón.

"Es una declaración formulada de forma juiciosa, evidentemente, resultado de intensas discusiones internas. Con ella logra reiterar las excusas de Japón sin repetirlas en estilo directo, dejando un margen para tranquilizar a su público nacional y satisfacer al público internacional", consideró por su parte Edward Griffith, especialista de Asia de la universidad de Central Lancashire.

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