Libia, en guerra contra el EI, se deshace de sus últimas armas químicas

Las autoridades libias anunciaron este martes la salida del país en un barco danés de sus últimas armas químicas, herencia del régimen de Muamar Gadafi, por temor a que cayeran en manos del grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Supervisado por la ONU, un barco danés dejó el martes el puerto de Misrata, a 200 kilómetros al este de Trípoli, para llevar las reservas de armas químicas a Alemania, anunciaron el martes responsables libios.

Con esta operación finaliza un proceso propuesto por el gobierno libio de unión nacional (GNA) apoyado por la comunidad internacional. El gobierno solicitó ayuda internacional para acabar con la amenaza que suponía la presencia de las armas, heredadas del régimen del expresidente Muamar Gadafi.

El GNA temía que estas pudiesen acabar en manos del EI, presente en el país desde 2015, y que está siendo expulsado de su bastión de Sirte, casi totalmente reconquistado por las fuerzas progubernamentales.

"No queríamos estas armas, especialmente en la actual situación de seguridad y por la presencia del grupo Estado Islámico en la región" donde estaban almacenadas, a 200 kilómetros al sur de Sirte, precisó un alto responsable de seguridad en Misrata.

"Todas las armas químicas fueron expedidas fuera del país", señaló por su parte a la AFP Musa El Koni, un viceprimer ministro del GNA.

"Se trata de unas 500 toneladas de productos químicos tóxicos que serán destruidos en Munster, Alemania" por una sociedad que ya destruyó las reservas del régimen sirio, declaró por su parte el portavoz del Ministerio de Defensa alemán.

Estos productos, que "pueden utilizarse para producir gases tóxicos o agentes de combate [...] deben llegar a Alemania en las próximas semanas", añadió.

El gobierno se había ofrecido a mediados de agosto para transportar el arsenal en coordinación con la Organización de la ONU para la Prohibición de Armas Químicas (OIAC) a otro país.

El gobierno escandinavo "no puede [de momento] ni confirmar ni negar" las informaciones libias, señaló por su parte un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores danés.

El 22 de julio, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una resolución para ayudar al gobierno libio a deshacerse de su arsenal de armas químicas, incluyendo el transporte fuera del país.

Libia se incorporó a la OIAC en 2007, cuando el coronel Gadafi, interesado en acercar posturas con Occidente, prometió destruir sus reservas de gas mostaza, un arma utilizada sobre todo durante la Primera Guerra Mundial.

Según la OIAC, el 55% de las reservas de gas mostaza de Libia ya han sido eliminadas, así como las municiones susceptibles de ser utilizadas como vectores, que fueron destruidas.

La organización define como "armas químicas" tanto a las ya constituidas como a las substancias tóxicas destinadas a usarse en estas armas.

Su desaparición "es una buena noticia para Libia, la paz [en este país] y damos gracias a todos los países que han participado" en la operación, declaró Koni.

El envío de las armas supone un logro para el GNA, que trata de imponer su autoridad en todo el país desde su formación en primavera.

El primer ministro, Fayez Al Sarraj, no ha conseguido hasta ahora que el parlamento establecido en el este del país, defensor de un gobierno paralelo, apruebe su gabinete, que cuenta con el respaldo de la comunidad internacional.

Una victoria en Sirte contra el EI podría reforzar su posición. "Los preparativos para liberar la totalidad de la ciudad continúan hoy y esperamos zanjar la situación en un plazo muy breve de tiempo", declaró el martes a la AFP la portavoz de la operación militar, Reda Issa.

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