Según han precisado este miércoles fuentes de la Delegación del Gobierno a Europa Press, la aplicación de esas condiciones, mucho más restrictivas que hasta ahora, ha reducido "a la mitad" el número de vehículos que accede a Ceuta en las jornadas que son laborables a ambos lados de la frontera.
Las autoridades españolas han justificado el incremento de los controles sobre el tráfico rodado en la frontera como una forma de "colaborar con las autoridades marroquíes para la erradicación de las flotas de vehículos dedicados al porteo de mercancías en manos de un mismo propietario".
Los efectivos de la Guardia Civil destinados en el Tarajal rechazan tanto los automóviles que no están "a simple vista" en buenas condiciones para circular por territorio español como aquellos que han sido modificados con la introducción de dobles fondos o la retirada de asientos "para cargar el mayor volumen posible de bultos".
La Delegación del Gobierno y el Ejecutivo autonómico que preside Juan Vivas (PP) han denunciado el comportamiento "perverso" de conductores de ese tipo de flotas que, cuando Marruecos elevaba el listón de sus controles sobre lo que oficialmente considera "contrabando" de productos, llegaban a abandonar sus coches en plena carretera nacional en Ceuta para, colapsando el tráfico, forzar a las autoridades a pedir más laxitud a sus homólogos del Reino alauita con el fin de descongestionar ese vial y todo el entorno fronterizo.
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