Exmilitares ingresan a la fuerza al jardín del Parlamento de Nicaragua

  • Cientos de militares retirados de Nicaragua, que reclaman beneficios sociales al Estado, ingresaron hoy a la fuerza al jardín principal de la Asamblea Nacional, donde en su interior los diputados se encuentran en una sesión ordinaria.

Managua, 31 may.- Cientos de militares retirados de Nicaragua, que reclaman beneficios sociales al Estado, ingresaron hoy a la fuerza al jardín principal de la Asamblea Nacional, donde en su interior los diputados se encuentran en una sesión ordinaria.

Los exmilitares, que se declararon simpatizantes del presidente del país, Daniel Ortega, rompieron uno de los portones del edificio y tomaron el control del jardín principal del Parlamento, que da acceso al plenario, donde están los diputados, según imágenes del Canal 63 de la televisión local.

Los militares retirados, que desde febrero pasado han bloqueado temporalmente varias de las principales vías en distintos puntos de Nicaragua, exigen al Estado parcelas de tierra para cada uno, títulos de propiedad, atención médica especializada y pensiones vitalicias.

Hasta el momento, los diputados permanecen en el interior del Parlamento aprobando una ley que ratifica un aumento en el número de concejales en Nicaragua y no han atendido a los exmilitares, que se mantienen en el jardín principal y también rodean el edificio legislativo, ubicado en el antiguo centro de Managua.

En la manifestación es notable la presencia de varias mujeres.

Uno de los exmilitares, Manuel Burgos, explicó a la televisión local que ingresaron a la fuerza al Parlamento porque una comisión legislativa delegada por el presidente Ortega para negociar con ellos no ha cumplido con los compromisos adquiridos hasta ahora, de los que no ofreció detalles.

"Estamos a favor del comandante Daniel Ortega, pero queremos que nos cumpla" y "por eso estamos aquí, por eso nos tomamos la Asamblea Nacional, somos retirados del Ejército Popular Sandinista", señaló Burgos.

Varios de los exmilitares visten con camisetas y gorras alusivas al gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y también han atado a sus cuellos pañuelos rojos y negros, los colores que identifican a los sandinistas.

También detonan morteros de fabricación artesanal, cuya explosión se escucha dentro del plenario, donde están los diputados.

"No tenemos qué comer, no tenemos dónde vivir", indicó otro de los excombatientes en la protesta, Abraham Padilla.

Los manifestantes representan a unos 12.000 excombatientes, según han dicho sus dirigentes.

Pese a que los exmilitares han interrumpido temporalmente el tráfico de vehículos en varios puntos de Nicaragua desde el pasado 22 de febrero y han protestado frente al edificio legislativo, Ortega no se ha referido en público a sus demandas.

El líder sandinista gobernó por primera vez Nicaragua en la década de los ochenta, cuando los manifestantes pertenecían al extinto Ejército Popular Sandinista (EPS), que combatió con las armas a la Resistencia Nicaragüense, conocida como la "Contra" y financiada por Estados Unidos.

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