La tregua en Siria pende de un hilo tras el ataque de la coalición al ejército

La tregua en Siria pendía de un hilo este domingo por la tensión entre Estados Unidos y Rusia después de que el sábado la coalición liderada por Washington atacara una posición del ejército sirio.

Las armas, silenciadas durante varios días, vuelven a escucharse en varias regiones de Siria mientras que en Alepo, los habitantes de las zonas sitiadas esperan todavía la llegada de ayuda humanitaria, bloqueada en la frontera turca.

La degradación de la situación coincide con el aumento de la tensión entre los dos impulsores de la tregua, Rusia y Estados Unidos, que se acusan mutuamente de hacer fracasar el cese al fuego.

Este sábado la situación se degradó aún más luego de que la coalición liderada por Estados Unidos bombardeara en el este del país posiciones del ejército sirio, aliado de Moscú, matando a al menos 90 muertos, según el último balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

La coalición reconoció que había bombardeado lo que pensaba era una posición del grupo yihadista Estado Islámico (EI) y puso fin a la operación cuando Moscú le avisó que se trataba quizás de militares sirios.

"La coalición jamás atacaría intencionadamente a una unidad militar siria", indicó un comunicado del alto mando de las fuerzas estadounidenses en Oriente Medio (Centcom).

Requerido por Moscú, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió la noche del sábado con carácter de urgencia.

"Exigimos una explicación completa y detallada de Washington, y debe hacerlo ante el Consejo de Seguridad de la ONU", dijo desde Moscú la portavoz de Exteriores, Maria Zajarova.

Damasco exigió a su vez que "el Consejo de Seguridad condene la agresión estadounidense y obligue a Estados Unidos a no hacerlo de nuevo y a respetar la soberanía de Siria".

Este incidente es "un mal presagio" para que aguante el acuerdo ruso-estadounidense en Siria, declaró por su parte a la prensa el embajador ruso Vitali Shurkin.

Rusia había afirmado el viernes que estaba dispuesta a prolongar la tregua por 72 horas pero Estados Unidos no se pronunció oficialmente.

El ejército sirio había anunciado el lunes pasado que suspendía sus operaciones militares por una semana, es decir hasta el lunes por la noche. Damasco no dio ninguna indicación sobre una eventual prolongación de esta suspensión.

En el este del país, las fuerzas del régimen lanzaron una ofensiva este domingo en Deir Ezor para reconquistar las posiciones tomadas la víspera por el grupo Estado Islámico, que no está incluido en la tregua.

El EI aprovechó el sábado el bombardeo de la coalición contra el ejército sirio para avanzar, según una fuente militar siria.

Según otra fuente militar en el aeropuerto de Deir Ezor, "el ejército recuperó la mayoría de sus posiciones en la colina Thurda con un apoyo aéreo ruso-sirio. La aviación de los dos países bombardeó las inmediaciones del aeropuerto, los barrios controlados por los yihadistas y la ruta que une Deir Ezor a Mayadin", más al sur.

La práctica totalidad de la provincia de Deir Ezor se encuentra en manos del EI a excepción del aeropuerto militar y varios barrios adyacentes, controlados por el régimen.

En los últimos días, pese a la tregua, los enfrentamientos se multiplicaron en la Guta Oriental, al este de la capital, en el norte de la provincia de Hama y la de Homs, en el centro del país, así como en el oeste, en la provincia montañosa de Latakia.

En cambio, en el frente principal, el de la ciudad septentrional de Alepo, la tranquilidad prevalecía. Pero la falta de garantías suficientes provocaba que los camiones de alimentos y medicamentos continuaran bloqueados en la frontera entre Turquía y Siria.

El sábado por la noche, el jefe yihadista del Frente Fateh al Sham (exFrente al Nosra), Abu Mohamad al Jolani, afirmó que ni su organización "ni los rebeldes aceptarán que continúe el sitio de Alepo".

En una entrevista con Al Jazeera subrayó que "la unificación de los rebeldes es una necesidad" y que "las negociaciones continúan" con ese objetivo.

El acuerdo de tregua prevé que Washington presione a los rebeldes para que tomen sus distancias con los grupos yihadistas.

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