Birmania acuerda negar visados a relatores de la ONU que investiguen violaciones de DDHH contra rohingya

  • El viceministro de Asuntos Exteriores de Birmania, Kyaw Tin, ha anunciado que el Gobierno ha decidido negar el visado a todos los miembros de Naciones Unidas que vayan a realizar investigaciones en el país, medida que ha comunicado a toda su red consular.
EUROPA PRESS

En declaraciones ante el Parlamento, el 'número dos' de la cartera de Exteriores ha explicado que la premio Nobel de la Paz y actual líder 'de facto' de Birmania, Aung San Suu Kyi, ha decidido que el Gobierno no se coordine con la misión de investigación de la ONU.

El pasado mes de marzo, durante la 34ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la agencia decidió poner en marcha "de manera urgente" una misión de recogida de datos "para establecer los hechos y circunstancias de las presuntas violaciones de los Derechos Humanos cometidas por las fuerzas de seguridad y el Ejército de Birmania".

Tin ha señalado que el Gobierno birmano se ha desmarcado de esta resolución porque no considera que esté "en concordancia con lo que ocurre actualmente en el terreno".

"Hemos ordenado a las embajadas de Birmania que no garanticen el visado a ningún miembro de la misión de investigación. Pero esta misión podrá viajar a los países vecinos y preguntarles lo que quieran saber y presentar su informe a la ONU", ha agregado.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, ya expresó recientemente su preocupación por la situación en Birmania con respecto a los relatores especiales.

Situación similar ha tenido lugar en Filipinas, donde el Gobierno ha venido dificultando la entrada de Agnes Callamard, relatora especial para Ejecuciones Extrajudiciales. El propio Al Hussein ha criticado las "difamaciones" y "campañas de odio" llevadas a cabo contra Callamard.

A finales de mayo, el presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el embajador salvadoreño Joaquín Alexander Maza Martelli, anunció el nombre de los tres expertos que integran la misión para investigar si el Ejército birmano ha cometido abusos contra la minoría musulmana rohingya en el estado de Rajine.

No obstante, Bangladesh, país que hace frontera con Birmania y al que han huido miles de rohingya perseguidos por el Gobierno de Suu Kyi, ya planteó entonces sus dudas acerca de si el país permitirá la entrada de los tres expertos que forman la misión.

MISIÓN DE INVESTIGACIÓN

El 24 de marzo, el Consejo de Derechos Humanos decidió el envío urgente de una misión internacional e independiente de investigación para "establecer los hechos y las circunstancias de las supuestas recientes violaciones de los Derechos Humanos por el Ejército y las fuerzas de seguridad, y los abusos, en Birmania, en especial en el estado de Rajine".

Los integrantes de la comisión tienen como cometido analizar las denuncias de "detención arbitraria, tortura y trato inhumano, violación y otras formas de violencia sexual", así como "los asesinatos extrajudiciales, sumarios o arbitrarios, desapariciones forzosas, desplazamiento forzoso y destrucción ilegal de propiedades", explica la nota.

Por otra parte, el Consejo pidió al Gobierno de Birmania que coopere plenamente con los integrantes de la misión poniendo a su disposición los hallazgos de las investigaciones realizadas a nivel nacional y permitiendo acceso pleno y sus restricciones a todas las zonas e interlocutores.

La comisión deberá presentar su primer informe oral al Consejo de Derechos Humanos durante su 36ª sesión el próximo mes de septiembre y el informe completo en la siguiente sesión, prevista para marzo de 2018.

Unos 75.000 rohingya huyeron desde el estado de Rajine, en el noroeste del país, hacia el vecino Bangladesh a raíz de una operación lanzada por las fuerzas de seguridad en octubre de 2016 en respuesta a ataques contra puestos fronterizos en los que murieron nueve policías y que se atribuyó a insurgentes rohingya.

Desde entonces, tanto la ONU como las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, han denunciado los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad contra los rohingya, apuntando que podría tratarse de crímenes contra la Humanidad e incluso limpieza étnica.

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