UNA EXPERTA DE LA ONU PIDE A CUBA NUEVAS LEYES CONTRA LA TRATA DE PERSONAS

La relatora especial de la ONU sobre la trata de Personas, María Grazia Giammarinaro, afirmó este jueves que Cuba debe introducir nuevas leyes "más enérgicas" que garanticen que todas las víctimas de la trata de personas puedan ser identificadas y ayudadas y que las autoridades puedan tomar medidas contra los delincuentes.
Giammarinaro estuvo en Cuba entre el lunes y el viernes se la semana pasada, y fue la primera persona independiente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en realizar una visita oficial a la isla en los últimos 10 años.
Esta experta indicó en un comunicado que la protección de los niños contra los delitos de carácter sexual debe extenderse a todos los menores de 18 años en Cuba. “Reconozco la voluntad política del Gobierno para hacer frente a la trata de personas y valoro su fuerte enfoque en materia de prevención”, dijo.
Giammarinaro indicó que, “aunque los casos de trata en el país pueden parecer pocos, el número de procesamientos penales y víctimas asistidas es aún demasiado modesto y demuestra que se necesita un enfoque proactivo para detectar el problema”.
Por otro lado, Giammarinaro alabó el Plan Nacional de Acción de Cuba para la prevención y lucha contra la trata de personas y la protección de las víctimas (2017-2020), aprobado justo antes de su visita y basado en un enfoque coordinado y multidisciplinario para combatir la trata, si bien señaló que “el verdadero reto será la implementación de las medidas previstas en el documento, especialmente destinadas a identificar y apoyar a las víctimas, y respetando sus derechos humanos”.
“El enfoque de la acción de Cuba contra la trata hasta ahora ha sido la explotación sexual. Sin embargo, los acontecimientos recientes que han creado nuevas oportunidades para iniciativas individuales en el sector turístico requieren vigilancia para eliminar cualquier caso de explotación laboral. El uso de trabajadores extranjeros en la industria de la construcción también debe ser monitoreado”, destacó.
ESTIGMA SOCIAL
La experta de la ONU elogió los sistemas universales y gratuitos de Cuba en educación, salud y seguridad social porque han ayudado a reducir la vulnerabilidad de los ciudadanos cubanos a la trata, pero comentó que la emigración en condiciones inseguras, especialmente a Estados Unidos, crea situaciones que podrían conducir a la trata.
Desde finales de 2015, miles de personas se quedaron atrapadas en países de tránsito como Ecuador, Colombia, Costa Rica y México, perdiendo todo su dinero durante el viaje y quedando expuestas a la trata y explotación como resultado. Además, los jóvenes que desean viajar al extranjero pueden caer presa de empleadores sin escrúpulos e intermediarios.
“Tuve la oportunidad de hablar con varios supervivientes y entre ellos había mujeres jóvenes que querían trabajar temporalmente en el extranjero, con contratos firmados aparentemente legales y con promesas de buenas condiciones de trabajo. Sin embargo, en su destino, sus pasaportes fueron retenidos y se encontraron en manos de bandas criminales decididas a explotarlas para trabajar sin pago alguno”, explicó.
Giammarinaro agregó: “Cuando intentaron forzarlas a la prostitución o trabajo sexual, las mujeres lograron comunicarse con sus familias en Cuba y fueron rescatadas gracias a la acción inmediata de las embajadas cubanas. No obstante, no sabemos cuántas mujeres jóvenes pueden haber sido obligadas a permanecer en situaciones de explotación en el extranjero”.
La experta de la ONU pidió que se elimine el estigma social que rodea a la prostitución o trabajo sexual y el cierre de los llamados ‘centros de rehabilitación’ en Cuba, donde las mujeres son detenidas a pesar de que la prostitución no sea un crimen. “Cualquier temor a ser castigado es un gran obstáculo para que las víctimas de la trata de personas con fines de explotación sexual denuncien su situación y el abuso que han sufrido”, subrayó.
Giammarinaro, que visitó el país por invitación de las autoridades cubanas, se reunió con representantes de agencias gubernamentales, así como con funcionarios de la ONU y miembros de organizaciones de la sociedad civil que luchan contra la trata de personas.
Además de viajar a La Habana, visitó también las provincias occidentales de Matanzas y Artemisa. Los resultados de su visita al país y sus recomendaciones se incluirán en un informe oficial que se presentará al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en junio de 2018.

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