"El progreso de los Derechos Humanos solo se producirá si el Gobierno chino reemplaza sus tácticas de intimidación por un enfoque más abierto a la información, expresión y la disidencia pacífica", ha añadido.
Según HRW, el desfile militar celebrado el pasado 3 de marzo, en el que participaron 5.000 tropas y 1.000 vehículos, tenía la intención de disuadir las protestas y las expresiones de disidencia.
Además, la Región Autónoma del Tíbet (TAR) ha prohibido la entrada de extranjeros para la mayoría de febrero y todo marzo. HRW ha asegurado que las autoridades chinas deberían utilizar el aniversario para alentar en lugar de evitar que los extranjeros viajen a la región y abordar las cuestiones de Derechos Humanos.
"Las autoridades chinas han vuelto a prohibir que los tibetanos viajen, celebrando desfiles militares para dejar a la población tibetana en silencio", ha asegurado la directora de HRW en China, Sophie Richardson.
HRW ha denunciado en reiteradas ocasiones la grave violación de los Derechos Humanos de los tibetanos por parte de China. Desde el desalojo de al menos 2.000 monjes y monjas de Larung Gar, en su día la comunidad budistas más grande del mundo, hasta la negación casi total de pasaportes y permisos para viajar al extranjero a los residentes de la TAR, pasando por numerosos casos de detenciones arbitrarias, condenas y sentencias de prisión a tibetanos por presuntos delitos políticos.
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