EAU decide no expulsar a los qataríes que estén casados con emiratíes

  • El Gobierno de Emiratos Árabes Unidos (EAU) ha decidido no expulsar a los qataríes que estén casados con ciudadanos emiratíes como parte de las sanciones adoptadas contra Qatar, país con el que las naciones árabes del Golfo han roto relaciones por su presunto apoyo a grupos terroristas.
Reuters/EP

"Los qataríes casados con emiratíes no serán deportados", ha anunciado este lunes el diario local 'The National', sin citar fuentes. "Los aeropuertos y las fronteras de EAU han recibido la orden de permitir a cualquier ciudadano qatarí que tenga parientes inmediatos en EAU cruzar por ellos", ha añadido.

Este movimiento se enmarca en la intención de Arabia Saudí y sus aliados de rebajar el impacto humanitario de la crisis diplomática, atendiendo así al llamamiento realizado por el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, que ha pedido contener la escalada de tensión.

EAU, Arabia Saudí y Bahréin han habilitado números de teléfono para ayudar a las familias con miembros qataríes. En concreto, el rey Salman de Arabia Saudí ha ordenado "tener en consideración las situaciones humanitarias de las familias de saudíes y qataríes".

La crisis entre Qatar y sus vecinos ha puesto fin al régimen de libertad de movimientos que imperaba entre los seis países que forman parte del Consejo de Cooperación Golfo (CCG) y que ha hecho que se creen profundos lazos familiares entre sus ciudadanos.

Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y Yemen anunciaron la semana pasada la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Qatar y su expulsión de la coalición regional que lucha contra los rebeldes huthis en Yemen como represalia por su apoyo a Hermanos Musulmanes y por favorecer la agenda política de Irán.

"Las medidas están injustificadas y se basan en denuncias y acusaciones que, en realidad, no tienen fundamento", ha sostenido el Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar. Su titular, Mohamed bin Abdulrahman al Thani, se ha mostrado dispuesto a "sentarse a hablar" con los demás países del Golfo para zanjar el conflicto.

Esta escalada de tensión amenaza con desestabilizar una región estratégica que ha permanecido en calma en los últimos años. Por ello, Kuwait, Turquía, Francia e incluso el secretario general de la ONU, António Guterres, han ofrecido sus buenos oficios para buscar una solución pacífica.

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