La UE empieza a aceptar escenario abierto con inesperada victoria de Trump

Tras el impacto inicial, la Unión Europea decidió este domingo no esperar a la próxima administración estadounidense liderada por Donald Trump para seguir enfrentando los problemas en un bloque en crisis, en una primera muestra de aceptación del escenario abierto que deja la victoria del magnate.

"El mundo sigue adelante, Europa sigue adelante, la crisis continúa y las oportunidades también pasan, por lo que tenemos que seguir trabajando", dijo la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, para quien la actitud no es la de "esperar y ver" qué hace la próxima administración estadounidense.

Casi dos horas y media de cena en Bruselas, a propuesta de Mogherini, sirvieron para que los europeos quitaran hierro a la elección de Trump que, pese a poner en duda durante la campaña pilares básicos de las relaciones transatlánticas como el apoyo militar mutuo en el marco de la OTAN, todavía no ha presentado su equipo ni desvelado sus cartas.

Para el ministro de Exteriores italiano, Paolo Gentiloni, "Europa no debe preocuparse de Donald Trump", con quien los europeos deberán "sin duda colaborar", sino "concentrarse en sus [propios] problemas", como la crisis económica, la migración o la seguridad.

No todos los cancilleres europeos acudieron a la cita. El francés Jean-Marc Ayrault justificó su ausencia por razones de agenda, al verse el lunes por la mañana en París con el próximo secretario general de la ONU António Guterres, mientras que el húngaro Peter Szijjarto consideró la reunión "completamente prematura".

Para el británico Boris Johnson, otro ausente, no era necesario "una reunión suplementaria". Los ministros de Exteriores de la UE ya tenían prevista una reunión regular el lunes en Bruselas junto a los titulares de las carteras de Defensa.

"Creo que es normal que un país que ha decidido dejar [la UE] no esté tan interesado en nuestra discusión sobre el futuro de nuestras relaciones" con Estados Unidos, subrayó Mogherini, en referencia a Reino Unido que antes de finales de marzo tiene previsto comunicar su voluntad de abandonar el bloque.

Desde la inesperada elección de Trump frente a la candidata demócrata Hillary Clinton, los europeos se han mostrado preocupados por su impacto en las tradicionales relaciones transatlánticas, así como por la aparente cercanía del magnate con el presidente ruso Vladimir Putin.

Sin embargo, una de las conclusiones de los cancilleres en su cena trabajo fue "profundizar esa relación" entre la UE y Estados Unidos, en palabras del canciller español, Alfonso Dastis. "La relación transatlántica está por encima de las diferencias políticas", apuntó.

La UE, que empieza apenas a recuperarse del crash financiero de 2008 y logró reducir a mínimos la llegada de migrantes mediante un controvertido acuerdo con Turquía, se encuentra sumida en una "crisis existencial" desde que Reino Unido decidiese en junio en referéndum irse del bloque.

Para responder a estas crisis y a las preocupaciones de unos 500 millones de ciudadanos, los mandatarios europeos, reunidos sin Reino Unido en Eslovaquia, abogaron en septiembre por reforzar la seguridad interior y exterior del bloque.

Para muchos, la marcha de Reino Unido, contrario a reforzar la cooperación militar común, y la victoria de Trump deberían representar un avance en este sentido, si bien en los últimos días varios países han expresado sus reticencias.

Entre ellos figuran los países anteriormente en la órbita soviética que, ante la creciente amenaza de Rusia tras su anexión en 2014 de la entonces península ucraniana de Crimea, prefieren el paraguas de una OTAN fuerte liderada por Washington, indicó otra fuente europea.

"Los europeos están confusos", estimó esta semana en un seminario Judy Dempsey, del centro de análisis Carnegie Europe. "Una se pregunta cuántos llamados a despertarse necesitan realmente para hacer algo".

El próximo aviso podría venir en diciembre de Austria, donde un ecologista se enfrenta a un ultraderechista por la presidencia del país, en la repetición de unos comicios que ganó el verde en mayo por estrecho margen.

Para el líder antiinmigración Nigel Farage, uno de los políticos británicos que encabezaron la opción de abandonar Europa, las sobresaltos no han terminado. "2017 puede sorprendernos tanto como 2016", advirtió.

Los partidos ultraderechistas avanzan en los sondeos en Holanda, Alemania y Francia, donde se celebrarán elecciones el próximo año. Trump y el Brexit hacen que no se puedan descartar nuevas sorpresas en estos comicios.

Mostrar comentarios