Zapatero defiende en la OEA imparcialidad de iniciativa de diálogo en Venezuela

El expresidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió este martes en la OEA la "plena imparcialidad" de la iniciativa de mediación en Venezuela y pidió dar "una oportunidad" al dialogo entre gobierno y oposición en ese país.

La "mediación en búsqueda del diálogo que estamos realizando se va a producir y se esta produciendo con plena imparcialidad, con la búsqueda de la objetividad y el equilibrio", dijo Zapatero en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente del ente regional en Washington.

El exgobernante español habló como portavoz de la iniciativa que conduce bajo auspicio de Unasur junto a los expresidentes Leonel Fernández de República Dominicana y Martín Torrijos de Panamá, para concretar un diálogo entre el gobierno venezolano y la oposición.

Luego de un mes de gestiones y una veintena de reuniones en Caracas y Santo Domingo, por separado con ambas partes, la iniciativa no ha logrado superar la mutua desconfianza entre el gobierno del presidente Nicolás Maduro y las fuerzas opositoras que impulsan un referendo revocatorio en su contra.

Zapatero reconoció que la iniciativa está en su "fase de exploración" pero llamó a los países del continente a ofrecer su apoyo al diálogo en Venezuela.

"Demos una oportunidad al dialogo nacional en Venezuela. Entiendo esta tarea como un proceso de paz preventivo", afirmó.

Argentina, Canadá y otros países apoyaron la creación de un "grupo de amigos" de los expresidentes para acompañar la iniciativa.

Pero la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) denunció que las tentativas de diálogo de Unasur buscan frenar la implementación de la Carta Democrática, que se decidirá el próximo jueves en otra sesión extraordinaria del Consejo Permanente.

Se "intenta vender un presunto 'proceso de diálogo', hasta la fecha inexistente, con el objeto de frenar la activación (de la Carta)", indicó la MUD en un comunicado.

Este diálogo fue puesto sobre la mesa como una alternativa a las gestiones del secretario general, Luis Almagro, cuando invocó la Carta Democrática y publicó un demoledor informe sobre la situación venezolana.

Según el exgobernante español, el diálogo debe versar, como tema prioritario, sobre los conflictos entre los poderes en Venezuela, señalando también que la reconciliación "es una tarea imprescindible". Además consideró esencial activar un desarme en el violento país suramericano.

Representantes del gobierno venezolano y la oposición iniciaron tímidos acercamientos a finales de mayo en República Dominicana, donde se reunieron por separado con la comisión de expresidentes que trata de sentarlos, sin éxito, a la mesa de conversaciones.

La oposición supedita las reuniones al avance del proceso del referendo revocatorio que impulsa contra Maduro para que la consulta se celebre este año.

Mientras el mandatario, heredero político de Hugo Chávez (1999-2013), sostiene que el revocatorio es inviable antes de 2017 y acusa a sus enemigos políticos de intentar sabotear la posibilidad de diálogo.

Como canciller uruguayo, Almagro integró una comisión de Unasur que acompañó unas infructuosas conversaciones entre Maduro y la oposición en 2014.

Cuando se abren nuevamente las puertas de un diálogo en Venezuela, el secretario general afirma que esta vez deben haber objetivos claros: referendo este año, liberación de opositores presos, reconocimiento del Parlamento de mayoría opositora y la implementación de ayuda "humanitaria" para atender la escasez de alimentos y medicinas en el país.

La reunión ocurre dos días antes de un debate en el Consejo Permanente sobre la posible implementación de la Carta Democrática sobre Venezuela.

Sin embargo, Caracas le puso signos de interrogación a esa sesión extraordinaria al solicitar que se declare inadmisible la petición de Almagro.

Almagro invocó el artículo 20 de la Carta Democrática, que plantea casos de "alteración del orden constitucional" en un país miembro de la OEA.

Los 34 países de la OEA deberán realizar una "apreciación colectiva" sobre el estado de la democracia en Venezuela y podrán decidir, con un mínimo de 18 votos, si se implementan medidas diplomáticas para normalizar la situación en el país suramericano.

Pero Venezuela rechazó ese camino. Almagro "pretende ejercer de manera abusiva y desviada la facultad del artículo 20", dijo el embajador venezolano Bernardo Álvarez en una carta dirigida a la presidencia del Consejo Permanente.

Según el diplomático, la interpretación del secretario general de ese artículo "es una puerta a la intervención que los Estados miembros han rechazado abrir".

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