Según el comunicado del Ministerio de Exteriores ruso, Riabkov y Shannon mantuvieron consultas sobre "la búsqueda de soluciones a problemas acumulados, incluidos los relacionados con la propiedad de Rusia embargada en Estados Unidos por la anterior administración de (Barack) Obama".
"La parte rusa subrayó que si Washington no elimina este y otros factores irritantes, incluida la continua obstrucción de las actividades de nuestras misiones diplomáticas, nos reservamos el derecho de adoptar medidas de respuesta partiendo del principio de reciprocidad", ha añadido el departamento que dirige Sergei Lavrov.
Por su parte, el Departamento de Estado ha indicado en otra nota oficial que las conversaciones entre Riabkov y Shannon han sido "duras", aunque "sinceras y deliberativas", lo que "demuestra el compromiso de las dos partes para alcanzar una solución". "Las conversaciones reflejan la buena fe pero está claro que se necesita hacer más", ha dicho.
Además, la Casa Blanca ha destacado que "Estados Unidos y Rusia buscan una solución a largo plazo que pueda abordar las áreas de interés bilateral que han socavado la relación". En este sentido, ha revelado que Shannon y Riabkov se han comprometido a celebrar nuevas negociaciones sobre el START, el tratado que regula el arsenal nuclear de ambos países.
En este sentido, Rusia ha expresado su disposición a retomar el diálogo permanente en materia de estabilidad estratégica interrumpido por la Administración Obama, según el comunicado recogido por la agencia de noticias Sputnik.
Según el Ministerio de Exteriores, durante el encuentro "se abordaron también algunos temas actuales sobre la estabilidad estratégica".
"La atención de los socios estadounidenses se centró nuevamente en el hecho de que Rusia aboga por la reanudación del diálogo regular al respecto, interrumpido por la anterior dirección de Estados Unidos; ahora le toca a Washington", ha sostenido el Gobierno ruso.
CONFLICTO DIPLOMÁTICO
A finales de 2016, Estados Unidos declaró personas no gratas a 35 diplomáticos rusos, dándoles 72 horas de plazo para abandonar el país y ordenó el cierre de dos mansiones en Centreville, Maryland, y Oyster Bay, Nueva York, que supuestamente eran utilizadas para espiar.
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, sugirió en un principio expulsar de Rusia a 35 diplomáticos estadounidenses y prohibir que Estados Unidos siga usando una casa de campo en el noroeste de Moscú y un depósito en el sur de la capital rusa, en respuesta simétrica a Washington.
Sin embargo, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció que el país no se rebajaría a una "diplomacia primitiva" y se reservaría el derecho a tomar represalias en función de la política que aplicara la nueva administración de Donald Trump, con quien se vio la semana pasada en Hambugo sin que el asunto quedara resuelto.
La declaración rusa se produce después de que medios estadounidenses informaran de que Riabkov había señalado a la prensa a su salida del encuentro en Washington que "casi" había un acuerdo sobre el contencioso.
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