Muebles de expresidente paraguayo llegan a su destino más de 140 años después

  • Un conjunto de muebles que encargó el presidente paraguayo Francisco Solano López en Alemania llegó hoy a su destino, más de 140 años después, enviado por Argentina, cuya aduana los decomisó durante la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870).

César Muñoz Acebes

Asunción, 27 jun.- Un conjunto de muebles que encargó el presidente paraguayo Francisco Solano López en Alemania llegó hoy a su destino, más de 140 años después, enviado por Argentina, cuya aduana los decomisó durante la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870).

Se trata de veinte piezas, entre sillas, sillones, mesas y otras piezas de estilo neogótico en madera tallada.

"Esto tiene un fuerte significado, de reparación en cierto modo, aunque los daños por la guerra, que tuvo un impacto territorial y humano, no se palian con este gesto", dijo a Efe la secretaria Nacional de Cultura, Mabel Causarano, quien recibió en el aeropuerto el avión militar argentino que llevó el mobiliario.

Las piezas eran uno de los expolios de la guerra cuya devolución reclamaba Paraguay, para el que el conflicto contra Argentina, Uruguay y Brasil supuso una catástrofe nacional.

El país guaraní perdió a cerca de la mitad de la población, quedando una relación de cuatro mujeres por cada hombre, según los cálculos más aceptados por los historiadores.

Francisco Solano López (1827-1870), que precipitó la guerra al abrir hostilidades contra Brasil en 1864 en reacción a la entrada de tropas del Imperio en Uruguay, murió en combate en la batalla de Cerro Corá, el último enfrentamiento del conflicto.

Los muebles que él encargó, aparentemente en Alemania por las inscripciones en algunos de ellos, llegaron una vez comenzada la contienda a Buenos Aires, que en aquella época era la vía de entrada de todo a Paraguay, pues dependía totalmente del transporte fluvial.

La aduana argentina los confiscó, de forma que nunca arribaron al Palacio de López, el edificio de estilo neoclásico con vistas a la Bahía de Asunción que Solano López concibió para su residencia, pero que no vio terminado.

Durante la guerra fuerzas brasileñas lo bombardearon y saquearon, y quedó en un estado de abandono hasta finales del siglo XIX, cuando fue restaurado.

Como hizo con Argentina respecto a los muebles, sucesivos gobiernos paraguayos han reclamado a Brasil la devolución del cañón cristiano, llamado así porque se forjó con las campanas de iglesias, y que actualmente está en el Museo Histórico Nacional de ese país.

También han pedido el retorno de los archivos militares de la Guerra, en manos de Brasilia.

Al contrario que Brasil, la presidenta argentina, Cristina Fernández, sí aceptó la demanda paraguaya y prometió el pasado septiembre a su par paraguayo, Horacio Cartes, que su país devolvería los muebles.

La entrega oficial tendrá lugar el 3 de julio en el Palacio de López, durante una visita de la mandataria argentina a Asunción.

Tras ello serán exhibidos en el Archivo Nacional durante una semana o diez días, para posteriormente ser almacenados hasta que se complete la restauración del ala oeste de la sede presidencial, para lo que no hay fecha, según Causarano.

Esa zona del Palacio, el cual es uno de los mayores atractivos de Asunción, está invadida por las termitas, que han dañado la estructura de madera, entresuelos y cubiertas que actúan como soporte del edificio, según dijo a Efe en mayo Gustavo Glavinich, arquitecto del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).

Causarano destacó que los muebles están en muy buen estado de conservación y dijo que su valor económico se determinará una vez que se conozca el precio por el cual estaban aseguradas.

La Aduana argentina las vendió en una subasta a Anarcasis Lanús, que fue miembro del Congreso Nacional argentino, tras lo que pasaron a manos de su hijo, Juan Lanús, y de éste a su nieto, Roberto Lanús, según la Secretaría de Cultura paraguaya.

En 1985 la familia donó las piezas al Museo Histórico Provincial "Martiniano Leguizamón" de la provincia de Entre Ríos, en el noreste de Argentina, donde se encontraban hasta ahora.

El lote consiste en un conjunto de diez sillas, dos sillones de un cuerpo y un sillón de tres cuerpos forrados de pana color salmón; así como cuatro mesas, una estantería (conocida como billit) con detalles de vidrio y hierro, un escritorio y un tocador con espejo biselado (dressoir), todo en madera.

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