Paraguay impulsa un alza del precio de la energía que le vende a Argentina

  • Líderes políticos oficialistas y de oposición de Paraguay pidieron hoy una subida de la tarifa por la energía de la presa de Yacyretá que su país vende a Argentina y la supresión de la deuda por su construcción, como parte de la revisión prevista del tratado conjunto.

César Muñoz Acebes

Asunción, 24 feb.- Líderes políticos oficialistas y de oposición de Paraguay pidieron hoy una subida de la tarifa por la energía de la presa de Yacyretá que su país vende a Argentina y la supresión de la deuda por su construcción, como parte de la revisión prevista del tratado conjunto.

Las diferencias de ideología política no se notaron en un foro realizado hoy en la Sala Bicameral del Congreso en Asunción, en la que expresidentes paraguayos denunciaron los supuestos perjuicios que sufre su país por los acuerdos en vigor, que deben evaluarse al cumplir 40 años del tratado original el próximo 27 de marzo.

Uno de los temas peliagudos es el dinero que Argentina dice que Paraguay le debe por los fondos que aportó para la construcción de la enorme represa.

Un informe elaborado en 2009 para el Congreso paraguayo por la entidad binacional que gestiona Yacyretá calculaba que ese organismo adeudaba 15.840 millones de dólares, el 93 % al Gobierno argentino y el resto a bancos, organismos multilaterales y proveedores.

El expresidente colorado Luis González Macchi dijo hoy que esa cifra alcanzaría ahora los 18.000 millones de dólares.

Raúl Cubas, otro exmandatario colorado, destacó que la tarifa a la que Paraguay vende la energía a Argentina es menor que lo establecido por el tratado original, por lo que si se tiene en cuenta esa diferencia, su país ya habría cancelado cualquier deuda pendiente.

"De haberse cumplido este tratado literalmente la entidad binacional Yacyretá no debería estar debiendo nada a nadie, excepto los préstamos internacionales", dijo.

El expresidente liberal Federico Franco coincidió en que Paraguay "no debe un centavo", lo mismo que aseveró el izquierdista Frente Guasú, del expresidente Fernando Lugo.

Aunque los dos países se deben repartir la energía a la mitad, Paraguay consume mucho menos, debido a su menor demanda y a su deficiente red de distribución eléctrica, por lo que el excedente lo absorbe Argentina.

Así, en 2012 más del 87 % de los 20.091 gigavatios hora generados por Yacyretá acabaron en hogares e industrias argentinos.

El tratado original establecía que la tarifa se debía basar en el costo de producción, incluyendo los intereses del pago de la deuda, según Cubas.

Sin embargo, ese cálculo nunca se aplicó y en su lugar en 1992 en una nota "reversal", intercambiada por los Ejecutivos, se estableció una tarifa fija, de 0,03 dólares por kilowatio/hora, que debería estar vigente hasta 2048, el término de vida útil de la presa.

"Es una norma leonina, traidora", dijo hoy Franco.

La nota no fue ratificada por el Congreso de Paraguay, que debe dar el visto bueno a tratados internacionales, de acuerdo con la Constitución, por lo que según Cubas, "su aplicación podría ser desmentida de forma relativamente fácil" por el Gobierno paraguayo.

"El error histórico seguramente es haber fijado una tarifa fija, no móvil, como teníamos en el tratado, en eso coincidimos quienes estamos en el Gobierno, quienes no están y la ciudadanía en general, y hacia eso apunta también nuestra negociación", dijo a Efe Wildo Almirón, secretario general de Yacyretá.

Para Argentina, la incorporación de los costos financieros a la tarifa la elevaría mucho, por lo que tendría un incentivo para revisar la deuda que existe sobre el papel.

Los dos países llegaron a un preacuerdo sobre el tema en 2006, que al final se desbarató por disputas sobre los detalles.

Entonces se determinó que la deuda con Argentina era de 10.885 millones de dólares, de los cuales Paraguay reconocería 4.688 millones, que pagaría en los siguientes 42 años con la venta de energía al país vecino.

Sin embargo, el clima hoy en el Congreso paraguayo era de rechazo a ese entendimiento. "Tanto el preacuerdo de 2006 como la nota de 1992 no pueden servir de base inexcusable de la negociación", dijo González Macchi.

En la negociación Paraguay también busca la "disponibilidad" de la energía que le corresponde y no consume, dijo Almirón.

En la práctica, debido a su aislamiento, para Paraguay no sería rentable vender electricidad a Chile, por ejemplo, pues tendría que pagar el costo del transporte por el tendido argentino.

Cubas sugirió que Paraguay siga vendiendo la energía a Argentina, pero a los operadores del mercado, no al Estado, y a precios competitivos.

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