El presidente uzbeko aparta del poder a uno de sus principales socios en el Gobierno

  • El nuevo presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, ha decidido consolidar su figura como dirigente aislando a uno de los miembros del triunvirato que ha gobernado la antigua república soviética desde el año pasado, Rustam Azimov, un hombre especialmente cercano a su antecesor, según han informado fuentes cercanas al nuevo Ejecutivo citadas por la agencia de noticias Reuters.
Reuters/EP
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Islam Karimov, el antiguo presidente del país, murió el año pasado después de más de 27 años al frente del Gobierno. A los pocos meses, Mirziyoyev ocupó la Presidencia pero compartía de forma efectiva el poder con otros dos hombres --Azimov, viceprimer ministro, y Rustam Inoyatov, presidente de los servicios de seguridad del Estado--.

Azmiov, un hombre percibido en Occidente como el principal impulsor de las reformas en Uzbekistán, ha sido apartado del poder. El testigo de las reformas habría sido asumido por el propio presidente, que ha decidido revisar de forma personal los cambios en materia económica que Azimov pretendía implementar.

La salida de Azimov del triunvirato deja al frente del país a Mirziyoyev y a Inoyatov, lo que, de acuerdo con los expertos, facilitará el proceso de toma de decisiones en el país más poblado de Asia Central. Este giro en el Gobierno podría mejorar la relación del país con sus socios internacionales, preocupados por la inestabilidad política en Uzbekistán. No obstante, todavía existen preocupaciones por la posible pugna por el poder que puede surgir entre los dos hombres.

El mes pasado, Mirziyoyev, empeñado en demostrar que está decidido a reformar el país, tuvo varios enfrentamientos menores con Inoyatov acerca del camino que debe seguir el Gobierno en materia de liberalización económica.

El presidente ha hablado en numerosas ocasiones sobre la importancia que tiene para Uzbekistán llevar a cabo una reforma económica a gran escala para mejorar las relaciones internacionales y abrir el país. De acuerdo con varios diplomáticos internacionales, sin Mirziyoyev no se estaría llevando a cabo ninguna reforma.

Los principales inversores interesados en Uzbekistán siempre habían mostrado reticencia durante el Gobierno de Karimov. No obstante, tras su muerte, esperan que el nuevo Ejecutivo lleve a cabo una reforma de mercado que acabe de forma definitiva con la economía de estilo soviético que continúa imperando en el país.

Azimov tiene una influencia considerable dentro de las altas esferas del poder en Uzbekistán. Durante el mandato de Karimov siempre fue muy cercano al ex presidente e incluso estaba considerado por muchos como su mano derecha. En septiembre, durante el funeral de Karimov, encabezó la comitiva funeraria.

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