DASTIS ANUNCIA UNA CUMBRE CON LÍDERES AFRICANOS PARA REDEFINIR LA RELACIÓN CON ÁFRICA

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, anunció este miércoles su intención de organizar la primera cumbre España-África, con la presencia de los “grandes líderes africanos”, con el propósito de pergeñar una nueva estrategia con el continente que sirva como “catalizador” de una relación basada en el diálogo y tenga en cuenta su presente y su futuro.
Así se pronunció Dastis durante su comparecencia en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados, en la que presentó las líneas maestras que guiarán su acción al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El jefe de la diplomacia española dijo que España es capaz de “acompañar y hacer que converjan” el África de la pobreza y la deficiente gobernanza con la del “imparable crecimiento democrático”. Puso como ejemplo de ello el trabajo que las Fuerzas Armadas españolas desempeñan en las misiones de paz en el Sahel y República Centroafricana.
Dastis señaló que “el otro gran espacio abierto” de la acción exterior española es la región Asia-Pacífico, ya que actualmente apenas un 10% las exportaciones españolas tienen destino este espacio geográfico frente al 20% de medio en la UE
“Hay por tanto un amplio campo que recorrer, que se traducirá en crecimiento y empleo en España”, comentó.
En Libia, explicó que la división impide poner en marcha los acuerdos de unidad nacional. Por ello, se aseguró que España continuará “reforzando su papel” en ese país, incluyendo su participación en la misión ‘ Eunavfor Med Sophia ’ de lucha contra el tráfico ilegal de seres humanos en el Mediterráneo.
Ante la catástrofe en Alepo (Siria), apostó por la “solución política” para alcanzar la paz y la seguridad. En este país y Yemen mostró su apoyo al enviado del secretario general de la ONU. En Irak abogó por “culminar la paz” y la “reconstrucción de un país devastado” sumado a la construcción de una comunidad “abiertas e inclusivas”.
También se mostró partidario de una “solución negociada” en el conflicto entre israelíes y palestinos y en el Sahara Occidental por “una solución política, justa, duradera y mutuamente aceptable” que prevea su libre determinación en el marco de disposiciones conformes con los principios y propósitos de la carta de Naciones Unidas.
Por último, en la crisis migratoria reclamó la “construcción de una confianza mutua entre países de origen, tránsito y destino es la clave de una política de éxito”.

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