En un comunicado conjunto, los tres países invitaron al Gobierno afgano a unirse a las conversaciones en un futuro, tras las críticas de Kabul por no participar en el proceso.
Asimismo, China y Rusia mostraron su disposición a sacar a los talibán de la lista de sanciones de Naciones Unidas como un paso previo para iniciar un diálogo de paz en el país.
En respuesta, la oficina política de los talibán en Qatar ha destacado que "el problema en Afganistán podría solucionarse si sus hechos territoriales son comprendidos y los obstáculos para ello son retirados".
En este sentido, ha resaltado que sería positivo que los países de la región "se dieran cuenta de que los talibán son un poder político y militar en Afganistán", según ha informado la agencia afgana de noticias Pajhwok.
Por último, ha recalcado que la retirada del grupo de la lista de sanciones sería "un paso positivo", reclamando que los insurgentes puedan disfrutar de todos sus derechos fundamentales.
De acuerdo con los expertos, el hecho de que se haya celebrado por tercera vez una reunión entre China, Rusia y Pakistán sobre Kabul sin la participación de Estados Unidos ha aumentado las preocupaciones del Gobierno norteamericano, que teme ser excluido en el caso de que se produzca algún tipo de intervención en Afganistán en un futuro.
Varios expertos diplomáticos de Kabul y Washington han advertido que Rusia ha estado profundizando en sus relaciones con los talibán, que este momento continúan luchando contra el Gobierno afgano. Rusia ha negado en todo momento dichas acusaciones.
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