Echenique: "Una parte de nuestra militancia está atrapada en lógicas de viejos partidos"

    • El líder de Podemos en Aragón pide superar las "batallas internas" para afrontar el reto del 20-D.
    • Sobre Ciudadanos: "La gente sabe ver debajo del Photoshop. El programa económico del PP es el del PP, lo lleve Rajoy o Rivera".
Pablo Echenique, secretario general de Podemos en Aragón.
Pablo Echenique, secretario general de Podemos en Aragón.

Pablo Echenique (Rosario, Argentina, 1978) sigue conservando una etiqueta, la de 'cabeza del sector crítico', que reconoce que no le incomoda. No obstante, marca sus límites y afea a una parte de la militancia, "pequeña pero que existe", que, considera, ha caído en las rencillas internas propias más bien de los partidos de la 'casta'. Respuesta cuando se le pregunta sobre la última brecha abierta por los 'dedazos' en las listas de las generales, por las que él mismo se enfrenta al descontento de sus bases en Aragón. Echenique pide unión para afrontar el reto, complejo, del 20-D. "Si no ganamos estaremos insatisfechos", asume.

Se les ha criticado estos días por su falta de contundencia contra la amenaza yihadista...

Precisamente mañana hemos tenido la presentación de candidatos en Zaragoza, en la que ha participado el exjemad Julio Rodríguez y ha dicho claramente que Podemos rechaza como el que más el terrorismo yihadista y como cualquier fuerza democrática va a utilizar todos los medios disponibles para luchar contra esto. Pero no creo que del hecho de que no queramos aceptar letra por letra la estrategia del PP se pueda desprender ese tipo de críticas. De hecho, pensamos que faltan medidas en ese pacto antiyihadista que el gobierno nos invita a firmar por eso las hemos puesto encima de la mesa, como son un golpe a las vías de financiación o el fortalecimiento de la sociedad civil. Nuestra postura va más allá que la que se nos invita a suscribir.

Entonces hoy por hoy Podemos está aún lejos de firmar ese pacto.

Sí, porque aunque estamos de acuerdo en los objetivos, discrepamos en la estrategia.Pensamos que algunas cosas están bien, pero otras no son eficaces, y por eso, compartiendo el objetivo planteamos nuevas medidas.

Entrando en el 20-D. Los sondeos les dan cuartos, una posición impensable hace unos meses, ¿en qué cree que ha fallado Podemos?

Como todas las fuerzas políticas, Podemos no está libre de errores, y seguro que hemos cometido muchos. Nosotros hacemos autocrítica permanentemente y de la misma manera que no demostrábamos euforia cuando las encuestas nos decían que éramos primeros, no mostramos desesperanza cuando nos dicen otras cosas. Nosotros hemos nacido dándole la vuelta a las encuestas, y en estas elecciones seguiremos con esa tradición que ya inauguramos en las europeas y volvimos a demostrar en las autonómicas y municipales. Darle la vuelta a las encuestas como cuando nos decían que ibamos a sacar un eurodiputado y sacamos cinco, o cuando no decían que Carmena o Colau podrían gobernar.

En Cataluña no fueron capaces de darles la vuelta...

Nosotros ya anticipamos que nuestra posición era difícil porque no quisimos entrar en ese debate tan polarizado que tenía como uno de sus objetivos partir en dos al pueblo de Cataluña. Creímos que ese camino era peligroso, y hoy lo estamos viendo. Casi dos meses después de las elecciones todavía no hay president. Pero entendemos que el escenario a las elecciones generales es distinto y creemos que esa apuesta por el diálogo y por entender que España es plurinacional nos va a devolver ese rédito que no pudimos obtener en las elecciones catalanas.

Pero parece que ha tenido que venir Colau a tomar las riendas en Cataluña, que han quedado ustedes relegados en la candidatura...

Para nada. Nosotros hemos estado desde siempre sintonizados con los planteamientos de Barcelona en Comú y con la figura de Ada, que para muchos, y me incluyo, es excelente. En Podemos nunca hemos querido ser patriotas de siglas, y entendemos también que las dinámicas en Cataluña son diferentes a las del resto del Estado. Nosotros entendíamos que eso pasaba por una estrategia diferente allí y en otros lugares y estamos seguros de que en ese sentido la candidatura conjunta va a funcionar estupendamente. La diferente estrategia tiene que ver con diferentes situaciones y no todos los territorios tienen a Ada.

Insisten en la autocrítica... ¿Qué sería entonces para ustedes un fracaso el 20-D?

Creo que después de un año y medio, es dificil que tengamos un Parlamento peor que el que teníamos ahora. Por eso, no hablaría en ningún caso de fracaso. Pero sí nos quedaríamos profundamente insatisfechos si no podemos gobernar. En Aragón, apoyamos la investidura del PSOE porque las alternativas eran peores y hemos descubierto en estos meses de legislatura que el PSOE ha incumplido la mayoría de compromisos que contrajo no sólo con Podemos, sino con la ciudadanía. Si no hay un gobierno de Podemos es muy difícil que haya un cambio en este país, y en ese caso sí estaríamos insatisfechos. Y eso pasa porque el presidente del Gobierno se llame Pablo Iglesias. No hemos dejado nuestros trabajos y dado este paso que nos ha situado en la picota pública para obtener un resultado que sea menos que ser primeros.

Pero, siendo realistas, lo de ser primeros queda lejos...

A mí eso me lo planteaban en la última semana antes de las europeas. El CIS nos daba un eurodiputado, pero yo había estado en un parque en Madrid con dos mil personas, y en un acto de cierre de campaña con 5.000. Sí, puede ser que el CIS tenga razón, pero eso no es lo que estamos viendo en la calle, y esa sensación que yo tenía entonces es la misma que estoy teniendo en este tramo final de campaña. Estoy recorriendo España con iniciativas como los 'carteros del cambio' y veo la ilusión de la gente. Toca esperar, ver qué votan los ciudadanos el 20 de diciembre y quizás nos da otra sorpresa.

En este tiempo han renunciado a muchas de las medidas de entonces. La última, el proceso constituyente. Antes, la renta básica o el asunto de la deuda pública. ¿No es un fraude a sus votantes?

En absoluto. Los votantes van a saber el día que van a votar lo que ofrecemos, y van a conocer el programa antres que el del PP. Entendemos qué es más importante decir qué es lo que queremos modificar de la Constitución que plantar un debate abstracto de si cambiamos algunas cosas o lo cambiamos todo. Hay cosas en la Constitución actual que están bien. Por eso creo que es más importante hablar de qué queremos cambiar. Hemos planteado cinco grandes ejes: una garantía constitucional de que la Justicia sea independiente, garantías contra las puertas giratorias, una reforma electoral más democrática basada en el principio de una persona, un voto, garantizar los derechos sociales y reconocer el problema territorial y que España es un país de países. Creo que a la ciudadanía le interesa más qué queremos cambiar o el debate de si queremos cambiarlo todo, o tocar algunas cosas o no.

Pero la moderación es evidente...

Sí, hay algunas propuestas que efectivamente se han moderado. En el programa europeo llevábamos una renta para la ciudadanía, que hemos matizado tras los análisis de nuestros economistas, entendiendo que nuesrra responsabilidad de gobierno hace que tengamos que ser cuidadosos con lo que planteemos. En el caso del proceso constituyente, entiendo que es más bien una diferencia académica. No veo gran diferencia entre plantear una nueva Constitución que contenga algunas cosas buenas de la actual, o cambiar las cosas que nos parecen que no están bien. Hemos moderado las propuestas porque entendíamos que era nuestra responsabilidad plantear un programa que se pudiera cumplir, porque creemos que una de las cosas importantes es que las promesas se cumplan.

¿Eso no les hace perder la esencia de Podemos?

Yo creo que no. La esencia de Podemos tiene que ver con plantear medidas de sentido común, y hay algunas propuestas que son más bien una cuestión de máximos, como la renta básica. Hemos matizado las propuestas más audaces porque no queremos prometer algo que no podamos cumplir, como los 3.500.000 empleos que prometió Rajoy hace unos años.

Ciudadanos ha llegado y lidera ya el descontento, ¿cuál cree que ha sido su acierto?

En Aragón las encuestas decían que Ciudadanos estaba empatado con Podemos y cuando la gente votó no les dio ni la mitad del apoyo que a Podemos. Habría que ver cuánta de esa espuma que vemos en las encuestas y los medios de comunicación es real. Confío en la inteligencia de la ciudadanía de nuestro país, si no, yo no habría dado este paso adelante y no habría dejado la ciencia que es mi pasión. Creo que la gente sabe ver debajo del Photoshop y se da cuenta de que por mucho que le cambiemos de color, el programa económico del PP es el del PP lo lleve Rajoy o Rivera. Nuestra estrategia es la misma. Esperar a que la ciudadanía vote y con la confianza de que lo que estamos viendo respecto de Ciudadanos sea sólo una espuma.

Iglesias dice que sólo se plantearían pactar con el PSOE si quedan por encima, ¿lo comparte?

En nuestro caso, nosotros no hemos entrado en el gobierno de Aragón, a cambio de los apoyos puntuales de investidura, no hemos pedido ninguna consejería ni ningún puesto, sino medidas para la ciudadanía. En los últimos días, por ejemplo, esa presión ha conseguido que el delegado de gobierno dimita tras ser imputado por presuntos casos de corrupción. Y eso es algo que no estamos viendo en Andalucía donde es Ciudadanos quien ha apoyado a un PSOE que tiene cinco imputados y que no hace nada por evitarlo, incluso ha apoyado los presupuestos. Estamos haciendo una oposición responsable pero muy dura en el Parlametno aragonés y hemos entendido que al no haber quedado por delante del PSOE es muy dificil que ponga en marcha medidas de cambio real. Por eso, estoy totalmente de acuerdo con la psotura que ha manifestado Pablo que nace de la experiencia de estos meses. Si queremos un cambio real, Podemos tiene que ganar.

Se lo pregunto de otra manera, ¿apoyaría Podemos a Pedro Sánchez para ser presidente si con eso se evitase un gobierno del PP?

Habría que estudiarlo. Pero no se trataría en ningún caso de un gobierno con el PSOE. Habrá que tener un debate de investidura centrado en para qué ser presidente y no tanto quién es presidente. Un pacto de gobierno no tendría sentido, otra cosa es el debate de investidura, que es más complejo y habría que plantear centrándolo en torno a las mediads.

La recta final a las elecciones está siendo complicada... Las listas del 20-D han provocado otro cisma por los dedazos...

La inmensa mayoría de la militancia de Podemos tiene muy claro quién es el adversario en estas elecciones, que es el bipartidismo y la austeridad del PP. Y la inmensa mayoría de la militancia ha entendido que lo que toca hacer en estos momentos es hacer la mejor campaña electoral, el mejor programa y que nos jugamos algo histórico en nuestro país. Es verdad que hay algunas personas que se han quedado atrapadas en esta lógica de batallas internas de los viejos partidos, pero no le doy la mayor importancia. Lo que veo en la inmensa mayoría de la militancia de Podemo es la ilusión de que estamos en un momento histórico, de que lo que toca es derrotar a ciertas fuerzas. La mayor parte de esa militancia no se ha quedado atrapada en esta lógica interna que son más propias en estos partidos.

Le siguen identificando como cabeza el sector crítico, ¿se siente cómodo en ese papel?

Me siento cómodo con la etiqueta en la medida en que soy científico y sé que el pensamiento crítico es muy útil y ayuda a discernir lo que es cierto de lo que no lo es. Creo que para Podemos es bueno que haya debate, tenemos que plantear las discrepancias con las ventanas abiertas y lo seguiré haciendo porque entiendo que es mi obligación. Aunque también tenemos que entender que para cada cosa hay un momento. Cuando se conforman los órganos de Podemos, cuando se deciden los movimientos políticos que nos van a permitir navegar en este mar embravecido, se tiene un debate, se exponen todas las visiones, se contraponen puntos de vista y se toma una decisión democrática. Y quienes defendíamos la otra opción, tenemos que aceptar el resultado y ponernos a trabajar en el proyecto común. Por eso no entiendo que algunas partes, pequeñas pero que ahí están, se queden atascadas después de que la mayoría decida democráticamente una dirección y una estrategia. Creo que hay un momento para debatir, para votar y para empujar todos una. No podemos estar todo el tiempo debatiendo sobre nosotros mismos, porque lo importante es lo que está fuera.



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