El 'puzzle' de la unidad y las siglas, el principal enemigo para la izquierda

    • La izquierda se ha enrocado en una amalgama de espacios y manifiestos que buscan un difícil encaje.
    • El objetivo es el mismo, la confluencia, pero cómo conseguirla enfrenta los egos particulares. Las siglas frenan los acuerdos.
Iglesias y Garzón, en un encuentro este pasado verano.
Iglesias y Garzón, en un encuentro este pasado verano.

Mientras en la dirección de Podemos se trata de digerir el batacazo electoral de la candidatura Catalunya Sí que es Pot- la marca blanca con ICV-EUiA y Equo para el 27-S- el contador para las generales sigue imparable y aún con muchas incertidumbres.

La derrota no estaba prevista y mucho menos lograr menos escaños que los que sus socios tenían ya en el Parlament y por eso, pese a la lectura oficial- "la responsabilidad de Estado no ha funcionado en esta campaña", resumió un cabizbajo Iglesias el domingo por la noche- la reflexión viene urgida desde las bases. Consideran que el fracaso es la consecuencia de una confluencia hecha a marchas forzadas y sin tener en cuenta a la militancia.

La crítica vino también este martes del portavoz asturiano de IU, Gaspar Llamazares, quien atribuyó a la "polarización de la campaña en torno al nacionalismo, a un mal planteamiento por parte de Catalunya Sí que es Pot-que la planteó como unas primarias para las generales- y la subordinación de IU y de ICV a la estrategia de Podemos". El diputado regional llamó a repensar el tipo de alianzas, pasando de "la subordinación" al "equilibrio".

El escenario de la confluencia se ha ido enredando en pocos meses en un debate de siglas, identidades, plataformas y manifiestos. Las distintas opciones ofrecen un planteamiento común, buscar la unidad para combatir a la derecha, pero difieren en cómo conseguirla. Y esas diferencias son la causa principal de la crispación.¿Con siglas o sin ellas? ¿Con primarias o no? ¿Ligarse a Podemos a cualquier precio? La fragmentación tiene un claro riesgo, que la izquierda acabe absorbida por sus propias contradicciones internas.

Con siglas o sin ellas

Llamazares es uno de los promotores de una nueva iniciativa de la izquierda, en la que participan también el exjuez Baltasar Garzón y la exsocialista Beatriz Talegón, para formar un frente unitario para las generales. Esto, de forma simplificada, significaría una única candidatura en la que desean esté también presente Podemos e IU. La idea es rechazada por Iglesias, quien defiende mantener su marca como prioritaria en los futuros acuerdos y que la participación de IU se limite a sus miembros a título individual, sin siglas de partido.

Los tres participan este miércoles en un acto convocado por varias plataformas bajo el explícito lema de "Acto de confluencia de la izquierda" y en el que estarán también la abogada y exministra socialista Cristina Almeida y Carolina Huelmo,portavoz del Círculo de Enfermeras de Podemos, uno de los sectores más críticos con el núcleo de Iglesias y la falta de transparencia y democracia interna en el partido.

El acto supone ya en sí mismo una amalgama de versiones de la izquierda. Talegón, miembro de la corriente crítica Izquierda Socialista, anunció en julio su baja definitiva en el PSOE tras las discrepancias con el secretario general por la posición ante Grecia y es promotora de Somos Izquierda, un colectivo que apuesta porque la unidad de los partidos debe superar las siglas. La exsocialista renunció en su día a la oferta de Iglesias para formar parte de las listas de su partido a las generales y afeó las prácticas del eurodiputado, propias, dijo, de la "vieja política".Somos Izquierda, Ahora en Común, Convocatoria Cívica...

De Izquierda Socialista forma también parteAlberto Sotillos, en su momento, rival de Pedro Sánchez por la secretaría general, e impulsor, a su vez, de Decide en Común, partido lanzado en el mes de julio para con la intención de "ofrecer un discurso alternativo de izquierdas que ha desaparecido porque el principal partido de la izquierda lo ha olvidado", dijo en referencia velada al PSOE. En la presentación estuvo apoyado por Talegón, que, no obstante se ha mantenido desde entonces al margen.

Por su parte, Garzón es fundador de Convocatoria Cívica, una plataforma que cuenta entre sus firmantes con figuras de reconocida trayectoria académica o intelectual como Ignacio Ramonet o Almudena Grandes, el exdirector general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, periodistas como Rosa María Calaf, Joaquín Sabina y Miguel Ríos o los dos economistas de cabecera de Podemos, Viçenc Navarro y Juan Torres, responsables del documento base para el programa del partido.

La organización, que suma hasta 900 firmantes, fue presentada en 2013 con un planteamiento claro, "sacar a España del pozo ciego", en palabras de sus promotores, y con apuestas como replantar los términos de la pertenencia a la zona euro, administraciones públicas más transparentes, la continuidad de la justicia universal, la lucha por la memoria histórica o la extensión de la sanidad y la educación públicas.

Llamazares, en su día receloso a que en esta plataforma tuviese cabida gente del PSOE, acabó por apoyarla plenamente. El exdirigente comunista es, por su parte, promotor de Izquierda Abierta, un partido constituido en 2012- en él participa por ejemplo el candidato de IU por Madrid en las pasadas autonómicas, Luis García Montero- en respuesta a los proyectos "excluyentes y dogmáticos" y por la "regeneración necesaria" de la izquierda. En su ideario original figuraba la movilización contra el peso de los mercados y la defensa de la continuidad del legado del 15-M.Llamazares y Garzón enfrentados por la unidad

Izquierda Abierta se ha convertido en una de las alas más críticas de IU y de hecho no ha evitado los reproches a la dirección. De hecho, tras el 24-M, cargó en un duro comunicado contra la "irresponsabilidad manifiesta y hasta el último día de dirigentes y referentes federales que actuando sin ningún pudor ni prudencia incidían en cuestiones internas o deslegitimaban candidaturas de IU por cuestiones de índole meramente orgánica".

Llamazares es contrario en cambio a que la confluencia suponga la pérdida de identidad y de siglas. Lo dejó claro en su ataque al candidato a La Moncloa, Alberto Garzón, cuando éste anunció su intención de plegarse a las condiciones de Podemos para buscar una candidatura única para las generales, incluso renunciando a ser candidato por Madrid. "Ni acomodados ni resignados", le advirtió el diputado asturiano. Llamazares quiere unidad, pero no a cualquier precio: la negociación, afirma, debe ser de igual a igual, sin que nadie-por ejemplo Podemos- lleve la voz cantante, y evitando la "absorción electoral" de las siglas propias.

Garzón forma a su vez parte de Ahora en Común, otra plataforma más de la izquierda surgida en verano para facilitar la confluencia con Podemos, en la que también se integran miembros de Equo y de la formación morada y ahora en crisis. Esta misma semana, sus promotores, pertenecientes a distintos movimientos sociales, decidían abandonarla con acusaciones de politización. "El protagonismo ciudadano ha acabado por ser desplazado en provecho de las fuerzas políticas partidarias", advirtieron en un comunicado.

El diputado malagueño ha dado hoy un nuevo giro en la convivencia de la izquierda al retar a Iglesias a presentarse a unas primarias bajo el paraguas de Ahora en Común. Garzón responsabiliza al partido emergente del fiasco de las catalanas-su primera lectura de los resultados fue excusarlos en una "visualización mediática fundamentalmente de Podemos"- y quiere dar un golpe de timón para asumir el liderazgo de una candidatura común. Iglesias, por su parte, se mantiene firme en sus condiciones. Esto es, dejar a los miembros procedentes de Ahora en Común únicamente los huecos de sus listas, sin que medien primarias conjuntas.Tania Sánchez, del 'no vamos a entrar en Podemos, punto' a entrar en Podemos

El camino de Garzón parecía hasta ahora el mismo que siguió en su díaTania Sánchez, la entonces candidata de IU para la Comunidad de Madrid, y que abandonó la organización por desacuerdos con el enfoque de la confluencia. Sánchez era partidaria de superar las siglas si ése era el escollo de la unidad. "A mí me gustan las sopas para comérmelas, no me gustan las sopas de siglas, me parece que no es el momento", dijo en una ocasión.

Tras su salida de IU, Sánchez acabó formando Convocatoria por Madrid, una nueva plataforma electoral surgida con la intención de aglutinar para las autonómicas a los miembros críticos de IU y otras formaciones y organizaciones sociales. Tras negar rotunda una entrada en Podemos, varios de sus miembros acabaron participando después en el proceso de primarias para la Comunidad de Madrid, en el que ella renunció a tomar parte. Meses después, fue incluida en la lista de Iglesias para las generales.

Carmena, en Ahora Madrid pero cada vez más lejos de Iglesias

A estos espacios hay que añadir Ganemos. La plataforma que dio lugar, por ejemplo, a Ahora Madrid, tras la suma de Podemos para las elecciones madrileñas y cuya figura más visible es la propia alcaldesa, Manuela Carmena. La regidora insiste en desligarse del partido de Iglesias y en mantener su condición de independiente política.

A ello se suman los distintos manifiestos que han ido surgiendo desde varios sectores para presionar por la confluencia. Es el caso de 'Mover ficha por la unidad popular', un documento firmado por un centenar de personas procedentes del mundo de la cultura, entre ellos Pedro Almodóvar o Pilar Bardem, que en julio llamaron a las "fuerzas políticas del cambio" a utilizar todos los movimientos sociales y "mareas ciudadanas" para unir sus fuerzas "de forma audaz" con perspectiva electoral y un objetivo, "convertirse en la primera fuerza política del país". Podemos vio en ella la sombra de IU y se cerró en rotundo. "No voy a ceder al chantaje", llegó a avisar el propio Iglesias.

El de este miércoles es, por tanto, el enésimo llamamiento por una confluencia cada vez más enrocada. "Nuestra llamada va dirigida a los partidos Podemos, Equo e IU, así como a la iniciativa ciudadana Ahora en Común y en general a todas las fuerzas de izquierdas para que, actuando con generosidad y responsabilidad, se impliquen en este proceso de unidad sin exclusiones", afirman sus impulsores.

La respuesta previsible de Iglesias será la negativa. Podemos articula ya en varios territorios, con distintas fuerzas y movimientos sociales, su propia candidatura para las generales. En la Comunidad Valenciana, el socio probable es Compromís. En Galicia, las Mareas, popularizadas tras el 24-M. El camino no es fácil. Las bases creen que ir con Iglesias puede suponer ahora un lastre en sus expectativas electorales.

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