Lisboa, 29 sep.- La oposición a la reorganización administrativa para suprimir cerca de 1.000 juntas de distrito motivó acciones de protesta entre vecinos de algunas localidades de Portugal, que celebra hoy elecciones municipales.
Candados y pegamentos en las puertas de acceso de varios colegios electorales, como en uno de Alcobaça (próximo a Lisboa) u otro en Tondela (interior-norte), y destrucción de papeletas de voto, en el municipio de Covilha (interior), requirieron la intervención de las autoridades, que no practicaron ninguna detención.
Otros centros de voto en Chaves (norte) o en Évora (sur) también registraron atrasos en la apertura de la jornada electoral, que convocó a unos 9,5 millones de portugueses para elegir a 308 alcaldes en los primeros comicios celebrados desde las legislativas de junio de 2011.
El boicot ciudadano es fruto de la oposición a la reducción de cerca de 1.000 "freguesias" (como se conoce al órgano de poder local similar a una junta de distrito) hasta las actuales 3.400 mediante su fusión o extinción.
"Las freguesias", uno de los organismos oficiales más apreciados entre los portugueses por su cercanía, se reorganizaron en las áreas de entre 100 y 500 habitantes por kilómetro cuadrado y en las de menos de 100.
En el primer caso, una "freguesia" pasa a tener un mínimo de 15.000 habitantes, mientras que en el segundo un mínimo de 500 vecinos en zonas rurales y 1.000 en las urbanas.
El plan está contemplado en los cortes pactados con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, que prestaron a Portugal 78.000 millones de euros a cambio de sustanciales reformas económicas y administrativas que sirvan para reducir el déficit del país.
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