Guzmán, el salto de las redes sociales a segundo en los sondeos en Perú

  • Hasta hace pocos días un total desconocido, el tecnócrata Julio Guzmán, con ayuda de las redes sociales, ha capitalizado el hartazgo popular con la política tradicional hasta encumbrarse a la segunda posición en las preferencias de los peruanos para las presidenciales de abril.

Con una campaña que ha sido comparada a la de Podemos de España, Guzmán, líder de Todos por el Perú, tiene un discurso sencillo y cercano, apunta a los jóvenes, viste camisa y jeans, sonríe ampliamente y en las redes destacan su parecido con Alan Harper (personaje que interpretó Jon Cryer en la serie "Two and a Half Men").

Un sondeo el viernes de la firma Datum con miras a los comicios del 10 de abril lo consolida como segundo en las preferencias con un 17%, detrás de la favorita, Keiko Fujimori (35%), hija del exgobernante sentenciado por corrupción y crímenes de lesa humanidad, Alberto Fujimori.

La fotografía también muestra un empate técnico entre Fujimori y Guzmán (42% a 41%) en un eventual balotaje. "Es la primera vez que un candidato, en una simulación de segunda vuelta, aparece en empate técnico con el favorito", explica a la AFP el exjefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales y experto en el tema, Fernando Tuesta Soldevilla.

Tuesta recuerda que, debido al desencanto de los electores peruanos con los políticos tradicionales, "hace 25 años, desde Fujimori, que en Perú hay espacio para los outsiders y el elector va en busca de este. Guzmán labró su carrera sobre la base de conexión con jóvenes y en las redes. Es fresco, joven y no habla como los políticos conocidos, sube y gana cobertura en los medios y todos hablan de él. Está bien posicionado por ahora".

Economista con una maestría en Georgetown y un doctorado en Maryland, fue funcionario público del actual gobierno de Ollanta Humala -aunque ha marcado distancia de ellos- y luego socio de la firma internacional Deloitte.

Su poca experiencia en política le jugó una mala pasada en los inicios de su campaña, donde mostró contradicciones en su discurso. Pero se trataron de pecados veniales frente a la andanada de denuncias de corrupción que pesan sobre sus adversarios.

Guzmán usa el color morado en su campaña y el diseño de su página de internet es similar a la de Podemos. Llama "dinosaurios" a los políticos tradicionales y pregunta a los electores cuándo fue la última vez que fueron a votar con ilusión, en términos similares a los de la nueva fuerza política de izquierda que lidera Pablo Iglesias. Aunque el discurso de Guzmán es de más de centro.

"No nos molesta que nos plagien pero nos gustaría que lo que realmente copiaran fuera nuestro programa, que es lo que defendemos", escriben en un artículo Laura Arroyo y David Perejil, del equipo de Podemos.

"No ha habido plagio (...) Nuestras campañas más exitosas han sido iniciativas propias, de los jóvenes morados y de voluntarios desconocidos que nos mandan sus contenidos originales e innovadores", escribió Guzmán en sus redes sociales.

En los próximos días, el Jurado Nacional de Elecciones debe decidir si acepta las objeciones a la inscripción del partido de Guzmán, acusado de incurrir en faltas administrativas. Sus adversarios aprovechan para decir que ello es una muestra de lo improvisado de su candidatura, y Guzmán habla de una "mano negra" que no quiere dejarlo participar.

"Hay una demanda de cambio y alguien tenía que emerger. El descontento frente a la clase política genera un agujero negro que atrae votos. Guzmán tiene un espacio bárbaro para crecer", dice a la AFP el director de la consultora Vox Populi, Luis Benavente, quien considera que el candidato ha ganado en promedio 70.000 votos diarios en las últimas semanas.

Pero nada está dicho. En Perú, históricamente no siempre quien lidera las encuestas gana, el electorado es volátil y más de la mitad de los 23 millones de peruanos hábiles para votar define a su candidato en las últimas semanas de la elección.

Muestra de ello es que hace unos meses era el economista Pedro Pablo Kuczynski quien estaba segundo, Guzmán, aparecía en el rubro otros y era el millonario empresario César Acuña quien se encaramaba en el segundo lugar, aunque las acusaciones de haber plagiado su tesis doctoral y de atribuirse la autoría de un libro de su profesor, lo están haciendo descender.

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