Los "camisas rojas" alertan de una posible confrontación civil en Tailandia

  • Canela Bangkok, 30 ene.- La presidenta de los "camisas rojas", Thida Thavornseth, ha alertado de que las protestas antigubernamentales contra las elecciones legislativas del próximo domingo pueden llevar a Tailandia a una confrontación civil.

Gaspar Ruiz-Canela

Bangkok, 30 ene.- La presidenta de los "camisas rojas", Thida Thavornseth, ha alertado de que las protestas antigubernamentales contra las elecciones legislativas del próximo domingo pueden llevar a Tailandia a una confrontación civil.

En una entrevista con varios medios, incluido Efe, Thida afirmó que los "camisas rojas", como se hacen llamar los seguidores del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura (UDD), leales al Gobierno, no quieren violencia, pero tampoco tienen miedo a sus adversarios.

"Lo mejor para el país y el Gobierno es celebrar elecciones. Todo debería hacerse de acuerdo con la Constitución y la ley, de otra forma nos enfrentamos a una confrontación civil", manifestó la activista de 70 años.

Desde el miércoles, los "camisas rojas" han celebrado movilizaciones en diversas provincias del norte y noreste, pero no en Bangkok para evitar choques con los manifestantes antigubernamentales del Comité Popular para la Reforma Democrática (PDRC).

"Nuestros objetivos son impedir cualquier golpe de Estado, denunciar al PDRC por sus acciones que perjudican el país y la celebración de elecciones generales", explicó Thida en las oficinas de su plataforma en Bangkok.

Miles de seguidores del PDRC, liderados por el ex viceprimer ministro Thusep Thaugsuban, han ocupado ministerios desde finales de noviembre, han acampado en varias avenidas de Bangkok y bloquearon la votación anticipada del pasado 26 de enero.

Los antigubernamentales reivindican el aplazamiento de los comicios hasta que un comité no electo reforme el sistema político, que consideran corrupto, lo que puede durar entre 12 y 15 meses.

Para Thida, las protestas no son más que un "plan" de las élites burocráticas y las clases acomodadas para construir una democracia en el que el Parlamento tenga menos poderes y preservar los "privilegios" de los sectores conservadores.

"Muchos manifestantes o creen en el sistema 'una persona, un voto' porque se creen superiores a los campesinos del norte. Muchos embajadores me han confesado que no entienden esta forma tan poco democrática de pensar", aseveró la tailandesa.

Criticó al opositor Partido Demócrata por boicotear las elecciones del 2 de febrero y añadió que el país necesita una oposición fuerte para controlar al Gobierno del partido Puea Thai (De los Tailandeses), que cuenta con varios "camisas rojas" en sus filas.

"Se opusieron al ex primer ministro Thaksin Shinawatra hasta que consiguieron que lo expulsaran con un golpe de Estado, pero luego copiaron sus políticas sociales. Este país necesita un Partido Demócrata más inteligente", sentenció Thida.

Thaksin gobernó Tailandia desde 2001 hasta el golpe militar incruento de 2006 y su hermana Yingluck lo hace desde las elecciones de 2011.

Thida también criticó al Ejecutivo interino de Yingluck, por haber propuesto una ley de amnistía que podía abrir la puerta al regreso del prófugo Thaksin, y que dio origen a las protestas lideradas por Suthep, y por no haber atendido bien las necesidades de los agricultores del arroz.

"No es el mejor Gobierno, pero es el que eligió el pueblo", puntualizó la activista.

Thida nació en la provincia sureña de Surat Thani, como su rival Suthep, y, tras completar un máster en Ciencias, comenzó a impartir clases de microbiología en la universidad hasta que se unió a las protestas estudiantiles de 1973 y 1976.

Tras la represión del Ejército y grupos paramilitares, huyó y se unió al Partido Comunista en la selvas de noreste, donde pasó más de un lustro.

"Disentía en muchas cosas con los comunistas y al final decidí abandonar el partido. Viajé mucho y aprendí. Mi prioridad es la igualdad política y jurídica, ya sé que la económica no es viable", explicó Thida.

Al principio, se enfrentó a las políticas autoritarias de Thaksin, pero tras la asonada se unió a los "camisas rojas", una plataforma que nació en apoyo de Thaksin y en contra de la intervención del Ejército en política.

La activista asumió la presidencia del conglomerado tras las manifestaciones de 2010 en Bangkok, en las que 92 personas murieron y más de 1.800 resultaron heridas tras dos meses de movilizaciones dispersadas violentamente por los soldados.

"El país ha cambiado en los últimos siete años. Ya he advertido a los militares de que la gente ha cambiado. Que den un golpe de Estado y veremos la reacción de los ciudadanos", concluyó Thida.

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