Arrancan las primarias de la derecha francesa con duelo entre Sarkozy y Juppé

La derecha francesa presentó este miércoles su lista oficial de candidatos a las primarias, cuyo vencedor partirá en posición de fuerza de cara a las presidenciales de 2017 frente a un gobernante partido socialista al que todos los sondeos dan por eliminado desde la primera vuelta.

El expresidente Nicolas Sarkozy y el exprimer ministro y actual alcalde de Burdeos Alain Juppé son los dos grandes favoritos, entre siete candidatos, en estas primarias inéditas de la derecha y del centro que se realizarán a dos vueltas, el 20 y 27 de noviembre.

De acuerdo a las encuestas tanto Sarkozy como Juppé pasarían a la segunda vuelta de las presidenciales para un duelo final con la candidata del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen. Los socialistas, que aún no han anunciado un candidato, no superarían la primera vuelta prevista para finales de abril.

La identidad francesa y el lugar del islam en este país laico, en un contexto de tensión máxima tras una ola de atentados yihadistas y de avance de la extrema derecha, han acaparado la campaña de los conservadores.

"Todos los candidatos tienen propuestas similares en el ámbito económico", dijo a la AFP el politólogo Thomas Guénolé, en referencia a un ambicioso proyecto de reducción masiva del gasto público.

"En los únicos temas en los que se pueden diferenciar son en las cuatro íes: islam, identidad, inmigración e inseguridad".

Juppé, de 71 años, encabeza la contienda en los sondeos. Este hombre discreto, delfín del expresidente Jacques Chirac (1995-2007), se presenta como el candidato capaz de unir a la derecha y al centro, y de captar votos entre el electorado decepcionado de la izquierda.

Con su concepto de "identidad feliz" llama a los francesas a no estigmatizar a los musulmanes y se niega a ceder ante el miedo de la amenaza yihadista.

Sarkozy, de 61 años y quien fue desalojado de la presidencia francesa por el socialista François Hollande en 2012, apuesta en cambio por una campaña anclada en la derecha más dura, con la que corteja a los electores del Frente Nacional.

El expresidente propone detener sin juicio, a todos los sospechosos de radicalización, una medida que sus adversarios rechazan, calificándola de "Guantánamo a la francesa".

Además defiende la prohibición del burkini, el traje de baño islámico, el velo islámico en las universidades y de los menús de sustitución para los alumnos musulmanes que no comen cerdo en las escuelas.

Es la primera vez que el principal partido de derecha, Los Republicanos (LR), antiguamente Unión por un Movimiento Popular (UMP), organiza primarias para las presidenciales.

Todos los franceses inscritos en las listas electorales podrán votar. Tendrán que pagar 2 euros por cada vuelta y firmar una declaración en la que aseguran "respetar los valores republicanos de la derecha y del centro".

Tercero en liza, aunque muy por detrás de Juppé y Sarkozy, aparece el exministro de Agricultura Bruno Le Maire, que con sus 47 años se presenta como una alternativa para renovar el sistema político francés.

En la lista figura también el ex primer ministro de Sarkozy, François Fillon, quien antes se presentaba como un simple "colaborador" pero que ahora habla públicamente de sus roces con el exmandatario.

La única mujer entre los siete candidatos de la derecha es la exministra Nathalie Kosciusko-Morizet, de 43 años. Estandarte de una línea minoritaria de "derecha moderna", moderada y ecologista, logró reunir los apoyos necesarios para participar en la contienda in extremis.

La lista definitiva, que fue anunciada este miércoles por la Alta Autoridad de las primarias, la completan Jean-François Copé y Jean-Frédéric Poisson, presidente del Partido Demócrata Cristiano. El diputado conservador Hervé Mariton fue descartado por no contar con los apoyos necesarios.

Salvo sorpresa, ninguno de estos candidatos tiene posibilidades reales de derrotar al dúo Juppé - Sarkozy, quienes con su visión contrastada de Francia han dominado el debate.

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