La candidata demócrata ha respondido así a los ataques mediáticos que ha recibido, según los cuales el trabajo de Chelsea en la Fundación puede suponer "un conflicto de intereses" en el caso de que gane las elecciones contra su rival republicano, Donald Trump.
"Como ya he dicho en numerosas ocasiones, estos asuntos se decidirán después de las elecciones y decidiremos cuál es el paso más adecuado", ha declarado Clinton, en un encuentro informal con periodistas a bordo de su avión de campaña.
Las declaraciones de Clinton han contrastado con la información procedente de la Fundación, desde donde afirman que Chelsea seguirá al frente de la organización caritativa, incluso después de que su padre, el ex presidente Bill Clinton, se retirase de la misma para no alimentar la polémica sobre su posible falta de imparcialidad.
La Fundación se ha convertido en una de las principales bazas de Trump contra Clinton en las últimas semanas. El candidato republicano ha acusado su rival demócrata de aceptar financiación extranjera en la Fundación, y ha puesto en duda las motivaciones de la organización.
El magnate ha acusado al ex presidente y a su esposa de convertir la Fundación en un mecanismo mediante el cual los donantes, nacionales y extranjeros, recibieron favores del Departamento de Estado durante el período en que Hillary fue secretaria, entre 2009 y 2013.
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