Comicios legislativos en Marruecos, marcados por baja participación y suspense

Los marroquíes votaron este viernes para elegir a sus diputados, en unos comicios caracterizados por la baja participación, en los cuales los islamistas que lideran el gobierno de coalición intentan conservar su mayoría frente a los liberales.

En el reino, la tasa de participación suele ser débil, lo que acrecienta aún más el suspense en torno a los resultados de los comicios.

Al cierre de los colegios electorales, a las 18H00 GMT, tasa de participación era del 43%, indicó el ministerio de Interior.

Estaba previsto que se empiecen a anunciar los resultados, circunscripción por circunscripción, el viernes por la noche.

Los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo (PJD) pidieron, poco después del cierre de las urnas, la "intervención urgente" del ministerio de Interior para acabar con lo que calificó de "abusos" y tentativas de fraude.

La prensa local informó que un candidato del (PJD) había sido agredido a la salida de un colegio electoral.

Cerca de 16 millones de electores estaban llamados a votar para elegir 395 diputados, en 92 circunscripciones y según un sistema de listas proporcionales.

"No dejo de recibir quejas de nuestros candidatos, pero hasta ahora nada grave. Sigo sereno y confiado", había declarado el primer ministro del PJD Abdelilah Benkirane al portal Telquel.

Estas legislativas se anunciaban como un duelo entre los islamistas, que lideran el gobierno de coalición desde hace cinco años, y el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM, liberal).

El PJD consiguió una victoria histórica en noviembre de 2011, varios meses después de que el rey Mohamed VI llevara a cabo una revisión constitucional para apaciguar "el movimiento del 20 de febrero", surgido a raíz de la Primavera Árabe.

Este partido es la única formación islamista que se encuentra en el poder en un país de esta región.

Liderada por el carismático primer ministro, Abdelilah Benkirane, se basa en la clase media urbana y en militantes muy bien organizados. Busca conseguir un segundo mandato para "continuar la reforma", con la "referencia" islámica siempre de trasfondo.

Denunciando por su parte una "creciente islamización" de la sociedad, el PAM, que está más bien implantado en zonas rurales y entre los notables, se presentó como "defensor de las libertades" y de la condición femenina.

Se fijó como objetivo conseguir unas 30 mujeres diputadas en el parlamento, donde están actualmente poco representadas, y propuso como otra medida destacada la legalización del cannabis.

De los 30 partidos en liza, ocho son de ámbito nacional y pueden aspirar a obtener un grupo parlamentario, entre ellos la Federación de la Izquierda Democrática (FGD), heredero de una larga tradición de izquierda contestataria.

El Istiqlal, partido histórico de lucha por la independencia, asociado hasta en 2013 a la coalición gubernamental, también tendría que conseguir un buen resultado.

Los electores votan por una lista local y otra nacional compuesta únicamente por mujeres y jóvenes que asegura su representación en el parlamento, según un sistema de cuotas.

En las papeletas de voto, los símbolos permiten identificar a cada partido, en un país donde un tercio de la población es analfabeta: un tractor para el PAM, un candil para el PJD, un camello, un paraguas, un avión, un sol o incluso un elefante para las otras formaciones.

La abstención, muy elevada en 2011 (55%), estaba llamada a ser uno de los puntos clave de estos comicios también marcados por el regreso de los salafistas, candidatos con diferentes formaciones.

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