Elecciones municipales en Sudáfrica ponen a prueba al gobierno

Sudáfrica vota el miércoles unas elecciones municipales que se anuncian ajustadas en varias ciudades importantes del país, una situación inédita para el partido en el poder, debilitado por un contexto económico difícil y por los escándalos que rodean al presidente Jacob Zuma.

Unos 26,3 millones de sudafricanos -un récord- están llamados a elegir alcaldías y consejos municipales en 278 ciudades.

Desde el fin del régimen segregacionista del apartheid en 1994 y la llegada de la democracia a Sudáfrica, el Congreso Nacional Africano (ANC), el partido de Nelson Mandela, ganó fácilmente cada elección, local y nacional.

Pero el miércoles, el ANC, que controla la gran mayoría de las municipalidades del país, aborda esa votación en una posición más precaria de lo habitual.

El partido se ha visto lastrado por la situación económica de Sudáfrica, que con un crecimiento cercano al estancamiento, tiene difícil lograr hacer bajar el desempleo, que actualmente se sitúa en el 26%.

Varias regiones del país se ven cada vez más a menudo privadas de servicios públicos básicos como el agua o la electricidad, acentuando el descontento de los más desfavorecidos, que consideran que no se ha avanzado lo suficiente desde la caída del apartheid.

En los últimos meses, la imagen del presidente Zuma se ha visto asimismo seriamente dañada.

La justicia exige al jefe de Estado que devuelva medio millón de dólares de dinero público empleados para renovar su vivienda privada y sobre él planea la amenaza de un proceso judicial por corrupción por el caso de un megacontrato armamentístico.

"Estamos en una situación donde el electorados se encuentra encolerizado", explicó a la AFP Prince Mashele, del Centro de Investigaciones Políticas de Pretoria.

"Para muchos, la esperanza que llegó con el ANC se transformó en descontento", continúa.

Frente a esta constatación, este miércoles la oposición espera dar un vuelco al orden establecido y por fin hacer tambalearse el poder ejercido por el ANC.

El principal partido de oposición, la Alianza Democrática (DA), de centro derecha, que ya gobierna en Ciudad del Cabo, sueña con hacerse con nuevas metrópolis.

La DA, que fue visto durante mucho tiempo como el partido de la minoría blanca, puso el año pasado al frente a Mmusi Maimane, un joven líder negro de 36 años, con el objetivo de atraer a los desilusionados con el ANC.

Los Combatientes por la Libertad Económica (EFF) el partido de izquierda radical de Julius Malema, también estarán presentes en el primer escrutinio municipal.

"Puede que el ANC esté en declive, pero debería poder ganar las elecciones a nivel nacional", predice Susan Booysen, analista política en la universidad de Wits en Johannesburgo.

Tres grandes ciudades contarán con la presencia de observadores: la capital, Pretoria, el pulmón económico del país, Johannesburgo, y la ciudad industrial de Port Elizabeth, donde los sondeos del instituto Ipsos South Africa dan la victoria al DA.

"Hemos entrado en una época donde los resultados no pueden predecirse con certeza. Jamás había ocurrido antes", considera Prince Mashele.

La campaña electoral también se vio marcada por la violencia: 13 personas perdieron la vida en enfrentamientos entre partidarios del ANC.

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