Gambia celebra unas presidenciales marcadas por la alta participación y el bloqueo de Internet

EUROPA PRESS
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El propio mandatario ha afirmado tras depositar su voto que confía en hacerse con la victoria, resaltando que "con la gracia de Dios todopoderoso", lo hará "con la mayor cantidad de votos en la historia".

Por su parte, el principal candidato opositor, Adama Barrow, se ha mostrado también optimista respecto a sus posibilidades, según ha informado el portal de noticias Jollof News.

"Estoy muy confiado y sé que voy a ganar. Esperamos que todo continúe así, y esperamos los resultados", ha manifestado.

Barrow fue elegido por la coalición Partido Unido Democrático (PUD), integrada por los siete principales partidos de la oposición en octubre como su candidato.

En las elecciones participan también Mamma Kandeh, líder del Partido Democrático de Gambia y antiguo miembro de la Alianza para la Reorientación y la Construcción Patriótica (APRC) del presidente.

Por su parte, la comisión electoral ha destacado que la jornada ha transcurrido "según lo previsto", asegurando que los resultados serán anunciados a primera hora de este viernes.

"Estamos contentos porque los gambianos se han tomado esta votación con seriedad. Han ido a votar en masa", ha dicho el vicepresidente de la comisión electoral, Malé Salá.

Asimismo, ha adelantado que los resultados podrían ser anunciados antes de lo habitual, si bien ha manifestado que "no es una carrera", tal y como ha recogido la cadena de televisión británica BBC. "Nos tomaremos nuestro tiempo y lo haremos bien", ha remachado.

Gambia tiene un sistema de votación único, en el que en lugar de utilizarse papeletas se colocan canicas en barriles con un color para cada candidato, en un intento por hacer frente a la alta tasa de analfabetismo.

En las elecciones de 2011 únicamente se declararon inválidos dos votos, después de que dos personas colocaran las canicas en la parte superior del barril, en lugar de meterlas por el agujero.

CORTES DE INTERNET Y TELÉFONO

Respecto al corte en los servicios de Internet, criticado por organizaciones no gubernamentales como Amnistía Internacional, las autoridades han argumentado que ha sido llevado a cabo "por motivos de seguridad".

La subdirectora de AI para África Central y Occidental, Samira Daud, ha tildado la decisión de "injustificada" y de "ataque a la libertad de expresión".

"Cerrar estas redes de comunicación acaba con el espejismo de libertad que ha surgido durante las dos semanas de campaña electoral, donde las restricciones parecían haber sido relajadas", ha valorado.

Así, ha sostenido que "esta decisión alarmante sugiere un retorno a la represión y la censura, que han sido la seña de identidad de los 22 años de mandato de Jamé".

SITUACIÓN DE LOS DDHH

Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW) han criticado las violaciones de derechos fundamentales en el país, donde Jamé --quien lleva en el poder desde 1994-- ha perseguido de forma especial a la comunidad LGTBI, así como a la oposición y a los periodistas.

Así, alrededor de 50 personas fueron arrestadas entre abril y mayo, incluyendo al líder del PUD, Ousainu Darboe, y a otros 18 altos cargos de la formación.

Además, once opositores fueron condenados en julio a sentencias que oscilan desde sanciones económicas hasta tres años de cárcel y dos de los detenidos, entre ellos el secretario nacional del partido, Solo Sandeng, quien presuntamente fue torturado, murieron bajo arresto.

La falta de libertades, las desapariciones forzadas y las torturas, sumada a la falta de oportunidades y la pobreza, han provocado que muchos jóvenes gambianos hayan abandonado el país en los últimos años.

Europa se ha convertido en el destino final para muchos de ellos, aunque para alcanzarlo tengan que atravesar el desierto del Sáhara y el Mediterráneo.

Según los últimos datos del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), de los más de 347.000 inmigrantes y refugiados que han llegado por mar a Europa este año, un tres por ciento son gambianos.

Si se tienen en cuenta solo los casi 171.000 llegados a Italia, entonces representan el siete por ciento, solo por detrás de los nacionales de Nigeria, Eritrea y Sudán.

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