Mexicanos acuden a las urnas para elegir gobernadores de zonas violentas

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México intentaba mantener gobernaciones claves en las elecciones de este domingo, como Veracruz, donde una cabeza humana fue dejada cerca de un centro de votación y la casa de un alcalde fue incendiada.

Varios actos de violencia fueron reportados en este estado petróleo, con costas en el Golfo de México, gobernado durante por más de 80 años por el PRI, del presidente Enrique Peña Nieto.

Veracruz está considerada como el trofeo más grande entre los 12 estados que están en juego, porque ocupa el tercer lugar de las regiones con mayor población (8,1 millones de habitantes) y es clave para las intenciones del PRI de cara a las presidenciales de 2018.

El PRI tiene nueve de las 12 gobernaciones que se disputan este domingo. México tiene 32 entidades federales.

El sábado una cabeza humana fue encontrada cerca de una escuela que este domingo fue usada como centro electoral de Veracruz, plagado de carteles de drogas.

Junto a la cabeza hallada en el municipio de Emiliano Zapata había un mensaje contra el alcalde de esa localidad y su hijo, que compite por un puesto en el Congreso estatal, dijo a la AFP un oficial militar.

Y antes del amanecer del domingo, desconocidos prendieron fuego a la casa del alcalde de la comunidad de Acajete, informó su partido, el conservador Acción Nacional (PAN).

Además Joaquín Guzmán, legislador de esa agrupación, reportó que su asistente fue secuestrado este domingo durante algunas horas por enmascarados que irrumpieron en su casa de Tantoyucan.

El PAN (de derecha) y el PRD (de izquierda), en alianza para la elección de gobernador, denunciaron que los votantes han recibido en mensajes de texto anónimos de amenazas para que no fueran a votar.

El PRI enfrenta una carrera cerrada en Veracruz, donde su candidato está empatado con sus dos rivales, según las encuestas de opinión.

En la tarde del domingo las casillas ya habían cerrado, pero los conteos preliminares avanzaban a cuentagotas ya entrada la noche. No obstante, en cuanto concluyó el tiempo para votar comenzó el clásico desfile de triunfadores autoproclamados.

"Derrotamos no solo a un partido político, derrotamos a todo un sistema corrupto", dijo el candidato del PAN-PRD en Veracruz, Miguel Ángel Yunes.

Pero su primo, el candidato del PRI Héctor Yunes Landa, aseguró también que el triunfo es suyo.

Las encuestas habían mostrado un empate virtual entre los primos y Cuitláhuac García Jiménez, del naciente Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Una victoria en Veracruz de Morena podría ser buen augurio para Andrés Manuel López Obrador, que fundó ese partido después de abandonar en 2012 el PRD, por el que fue candidato presidencial dos veces.

La gestión del impopular gobernador saliente de Veracruz, Javier Duarte, estuvo marcada por casos de desapariciones forzadas por parte de policías estatales, los asesinatos de 18 periodistas y deudas.

Pero el dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, al igual que sus pares del PAN y PRD, cantaba victoria también. "Hoy podemos decir que México decidió PRI", dijo en un mensaje.

En otro estado importante, el PRI es el favorito para mantener la gobernación en Tamaulipas (noreste), donde hace unos días estuvo secuestrado durante 24 horas el futbolista Alan Pulido, del club griego Olympiakos, hasta que logró someter a uno de sus secuestradores, arrebatarle el celular y pedir auxilio.

En ese estado donde operan los poderosos cárteles de drogas del Golfo y Los Zetas, los candidatos del PAN y el PRI colmaron la campaña electoral de acusaciones por supuestamente haber cedido a las presiones de narcotraficantes.

Ambos cárteles han sumido al estado en un ambiente de temor constante. Más de 5.500 personas son reportadas como desaparecidas.

En 2010, durante la campaña electoral el candidato del PRI a gobernador, Rodolfo Torre Cantú, fue asesinado y su hermano Egidio lo reemplazó y fue elegido.

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