Durante la celebración de la fiesta nacional del 14 de julio, Mohamed Lahouaiej Bouhlel, de 31 años y origen tunecino, arrolló con un camión a decenas de personas congregadas en el Paseo de los Ingleses de Niza, dejando tras de sí 86 muertos.
Tras el ataque, Le Pen ya lamentó que "nada" de lo que su partido había propuesto --restablecimiento de la doble pena, retirada de la nacionalidad, cierre de las mezquitas salafistas, disolución de la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia y prohibición de ciertas organizaciones-- se había puesto en práctica.
Este lunes, en el marco de una visita en la que se ha reunido con varios consejeros regionales del partido y acompañada de su director de campaña, David Rachline, la hija del fundador del Frente Nacional ha reconocido que "el riesgo cero no existe" pero que en el caso del atentado de Niza el riesgo era del "cien por cien", porque "se permite que estén en territorio francés personas que no tienen razón de ser y que se sabe que son peligros potenciales para la seguridad".
"Las medidas que tenían que haberse tomado no se tomaron", ha añadido, en una nueva crítica al Gobierno. Tras ser criticada de "populista" por el presidente de la región, el republicano Christian Estrosi, Le Pen ha señalado que "si ser populista es ocuparse del pueblo y poner al pueblo en el centro del debate político entonces sí" lo es. "Gracias por el cumplido", ha añadido.
La candidata ha recordado su compromiso de campaña de cara a las elecciones, que se celebrarán el próximo 23 de abril, de "poner fin a Schengen" asegurando que "no se puede garantizar la seguridad de un pueblo si no se es capaz de proteger las fronteras nacionales".
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