Rompiendo con el mito de que los blancos pobres llevaron al poder a Trump

El mito de que sólo los hombres blancos sin educación votaría por Donald Trump se desvaneció tras la espectacular victoria del magnate en las presidenciales de Estados Unidos, a pesar de su hasta ahora nula experiencia política.

Su resonante victoria, incluso a pesar de que la demócrata Hillary Clinton ganó en número de votos, revela que el electorado de Trump es más diverso de lo que se había pensado e incluye también personas educadas, mujeres y minorías.

A continuación un perfil de los votantes que le dieron su espectacular victoria a Trump:

La mitad de los estadounidenses de clase media, que ganan 100.000 dólares o más al año, votaron por el magnate de 70 años, según sondeos a boca de urna de USA Today.

Un 43% de votantes con títulos universitarios apoyaron al republicano, aunque aquellos con estudios de postgrado votaron abrumadoramente por Clinton (58%).

"Queríamos enviar el mensaje de que el gobierno se mete demasiado en nuestras vidas y eso tiene que parar", dijo Rolando Chumaceiro, un médico que vive en White Plains, un acomodado barrio de Nueva York.

Aunque Chumaceiro admite que no le gusta el modo en que Trump habla ni sus comentarios vulgares sobre las mujeres, considera que en general era la mejor opción.

"Clinton viene del establishment. Es el mismo anticuado gobierno de siempre. Ya no lo necesitamos más", afirmó.

Los electores con ingresos más bajos se inclinaron por Clinton, pero su respaldo a los demócratas se erosionó después de la reelección de Barack Obama en 2012, probablemente -en parte- resentidos por los altos costos asociados al programa de salud Obamacare.

El triunfo de Trump tiene raíces en el profundo descontento con el status quo que se siente en zonas rurales y pequeñas ciudades, lejos de la prosperidad de las grandes urbes que votaron en su gran mayoría por Clinton.

"Hay todo un mundo afuera de la costa este y la costa de California sobre el cual nadie quiere pensar", estimó Sam Abrams, profesor de ciencias políticas en el Sarah Lawrence College de Bronxville, Nueva York.

"Es la brecha entre los que tienen y los que no", dijo.

En una economía basada en los servicios y el conocimiento, a la gente de las zonas rurales le toca luchar. "Cuando luchas te enojas... y Trump se convirtió en el símbolo de esa rabia", opinó Abrams.

La participación de votantes blancos fue mayor a lo esperado. Trump obtuvo obtuvo del sector republicano tradicional una votación superior a la conseguida por Mitt Romney, un mormón, en 2012.

La participación de latinos rompió récord. Pero mientras dos tercios votó por Clinton, 29% apoyó a Trump, más que el 27% de Romney en 2012. Y esto a pesar de su áspero discurso contra los mexicanos y sus políticas anti-inmigración.

El voto latino no es homogéneo, explican los expertos. Los cubano-estadounidenses respaldaron al magnate, al igual que los más conservadores.

Aunque la mayoría de negros apoyó a Clinton, la exsecretaria de estado recibió un caudal menor al de Barack Obama en 2008 y 2012.

Los votantes de minorías asiáticas, negras y judías que respaldaron a Trump negaron que el republicano sea racista, antisemita o xenófobo.

"Él creó una de las plataformas más pro-israelíes en la historia del país, simplemente sería una locura decir que impulsa cualquier cosa antisemita", dijo Aliza Romanoff, cuyo padre fue asesor de Trump.

Trump puede haber ofendido constantemente a las mujeres y haber sido acusado fue acusado de conducta sexual inapropiada por 12 mujeres durante la campaña, pero eso no le costó el voto femenino.

Las mujeres tradicionalmente votan por los demócratas y Clinton se impuso con 54% a 42%, al igual que Obama en el pasado, según el Pew Research Center.

Romney obtuvo 44% del voto femenino en 2012 y el también republicano John McCain 43% en las elecciones de 2008.

En Iowa, por ejemplo, las mujeres sin estudios universitarios se dividieron por igual entre Clinton y Trump, pese a haber dado una ventaja de 17 puntos a Obama en 2012, según un exit poll del diario The New York Times.

De acuerdo con Pew Research Center, ocho de cada diez blancos evangélicos votaron por Trump, mientras Clinton captó sólo a un 16%.

Estas cifras impactaron a algunos observadores dado que Trump es dos veces divorciado, sus declaraciones vulgares sobre las mujeres y su historial como un neoyorquino de costumbres liberales que acepta los derechos de los homosexuales y transgénero.

Obama llegó a la presidencia sobre una ola de esperanza y optimismo que empujó el voto joven. Pero esta vez no apoyaron con la misma fuerza a Clinton, decepcionados por el actual gobierno y poco entusiastas con la exsecretaria de Estado.

El escándalo sobre los emails de Clinton, la percepción de que era poco confiable y sus vínculos con Wall Street dañaron a la demócrata. Los 'milenials' respaldaron abrumadoramente a Bernie Sanders en las primarias demócratas.

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