La extrema derecha puede superar al partido de Merkel en su feudo

  • La integración de un millón de solicitantes de asilo el año pasado ha monopolizado la campaña electoral.

    Los socialdemócratas lideran los sondeos con el 28% de los votos frente a la CDU y el AFD que están en torno al 25%.

    La región de Mecklemburgo-Antepomerania. La canciller, diputada por esta región, vive horas bajas.

Los alemanes se muestran divididos ante la reelección de Merkel
Los alemanes se muestran divididos ante la reelección de Merkel

Un año después de que Angela Merkel abriera las puertas a los refugiados, la región de Mecklemburgo-Antepomerania (nordeste) renueva este domingo el parlamento en unas elecciones en las que el partido antiinmigración AfD puede derrotar a los democristianos (CDU) de la canciller alemana.

La integración de un millón de solicitantes de asilo el año pasado ha monopolizado la campaña electoral en este estado-región de la ex-RDA comunista, abonando el terreno para los populistas de derecha de Alternativa para Alemania (AfD), que según los sondeos podría obtener entre el 20% y el 25% de los votos.

Pese a que sólo hay unos miles de refugiados en Mecklemburgo, "la política migratoria ha provocado una gran sensación de inseguridad en la gente", explica a la AFP Frieder Weinhold, candidato de la CDU en Wismar, una ciudad de 42.000 habitantes a orillas del mar Báltico.

"Voto por AfD. La principal razón es el tema de los solicitantes de asilo", confirma un jubilado de Ludwig, que quiere permanecer en el anonimato. "Para ellos hay dinero, para los jubilados no", protesta.Merkel es diputada por esta región

La canciller, diputada por esta región, vive horas bajas. Una encuesta del sábado le otorga sólo un 44% de confianza para un cuarto mandato. Y su propio partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) podría perder frente a la AfD en estos comicios, que junto con los de Berlín del 18 de septiembre, medirán la temperatura electoral a un año de las legislativas.

En un mitin el sábado en este estado regional donde se encuentra su propia circunscripción, Merkel advirtió del peligro del voto a los populistas, a "esa gente que provocan pero que nunca han hecho nada por este Land" (estado federado).

Un mensaje que todavía cala en los votantes. "Quiero reforzar la unión contra (la extrema) derecha (...) Sobre la AfD sólo tengo una cosa que decir: el enfado conduce a decisiones malas", afirma Ulrike Zschunke, una logopeda de 31 años.

La última semana, la canciller, que se encuentra en China con motivo del G20, ha multiplicado este tipo de llamamientos. Pero según los sondeos, la AfD sería la segunda fuerza más votada, por delante de la CDU.

Una popularidad creciente calificada de "aterradora" por el consejo central de los judíos de Alemania.

La prensa ya se ha hecho a la idea. "Ahora Alemania tiene lo que no había existido desde el final de la guerra (en 1945): un partido de extrema derecha", lamenta el diario Die Welt.

"Me espero un resultado de hasta 30% para los movimientos (que defienden) la identidad (nacional) como AfD y (el neonazi) NPD, un 25% para el primero y un 5% para el segundo", advierte Hajo Funke, profesor de ciencias políticas de la Universidad Libre de Berlín.Los socialdemócratas lideran los sondeos

A las dos principales formaciones políticas, el Partido Socialdemócrata (SPD) y la CDU, en coalición en este estado federado y a nivel nacional, Funke les augura "una bofetada". Un sondeo publicado el miércoles les pronostica 28% y 20% de los sufragios, contra 35,6% y 23% en 2011.

Más allá del tema de los refugiados, la AfD se nutre "de las dificultades del SPD y de la CDU para diferenciarse", reconoce Weinhold. "Muchos no se sienten representados", añade. Un rechazo a las élites, junto con la política de austeridad regional, beneficia a los populistas pese a la buena salud económica de la zona.

Algunos políticos, desamparados ante el éxito de los populistas, culpan directamente a Merkel.

Esta política "ha provocado una escisión en nuestra sociedad", suelta el jefe del gobierno regional saliente, Erwin Sellering (SPD). "El clima en Alemania ha cambiado masivamente", dice, alarmado.

Merkel sigue insistiendo, sin embargo, en que la acogida masiva de los refugiados era necesaria en 2015. Desde dos ataques cometidos en julio por solicitantes de asilo y reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI), la política de la canciller se centra más en la seguridad.

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