Nicaragüenses acuden a votar con Ortega como favorito a la reelección

Los nicaragüenses acudían este domingo a las urnas en un ambiente de calma y baja participación, en unas elecciones polémicas por la ausencia de observadores internacionales y el abrumador dominio del presidente Daniel Ortega, quien aspira a ganar su tercer mandato consecutivo.

La mayoría de los centros de votación lucían medio vacíos hacia el mediodía, constataron periodistas de la AFP. Grupos de la oposición llamaron a no votar para "deslegitimar" unas elecciones de las que fueron excluidos por un fallo de la justicia, una convocatoria desestimada por las autoridades.

"He recorrido en León (oeste) muchos centros de votación y la (ausencia) de gente confirma que (la) abstención es altísima. Ya no hay forma de inventar votos en la farsa", dijo el exdiputado opositor Carlos Langrand.

El exdiputado es uno los 28 opositores que perdieron su escaño por oponerse a una sentencia judicial que les despojó de la dirigencia del Partido Liberal Independiente (PLI) para colocar a un supuesto aliado de Ortega.

El presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas, de su lado aseguró que "hay mucha gente concurriendo a ejercer su voto" en diferentes puntos del país.

Imágenes de televisión desde el Caribe y las comunidades por donde pasará el proyecto de canal interoceánico muestran poca presencia de votantes en las mesas electorales.

Los comicios han estado dominados por Ortega, quien cumplirá 71 años el 11 de noviembre y disfruta de una amplia ventaja: según las últimas encuestas, cuenta con el 69,8% de los votos, bajo la bandera del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), muy por encima de los cinco candidatos de pequeños partidos derechistas.

El mandatario lleva a su esposa y mano derecha Rosario Murillo como candidata a la vicepresidencia.

La oposición, que califica las elecciones de una "farsa", busca impedir que Ortega, quien controla todo el aparato estatal, instaure una nueva dinastía en el país similar a la Somoza, familia que rigió los destinos de Nicaragua entre 1934 y 1979.

El Consejo Nacional de Universidades (CNU), uno de los organismos locales que fue acreditado para observar la elección, destacó la tranquilidad y orden en que se desarrolla el proceso, según su presidente Telémaco Talavera.

"Hay una excelente participación. No tenemos una cifra, pero los reportes, las fotografías y los videos indican una amplia participación. De cifra no queremos hablar por ahora", dijo Talavera.

El jefe del ejército, general Julio Avilés y la directora de la policía, Aminta Granera coincidieron en que en todo el país hay tranquilidad.

Rivas anuncio que el reporte de resultados esta previsto para las 22h30 locales (04H30 GMT del lunes), cuatro horas después del cierre de la votación a las 18H00 locales (00H00 GMT).

Los nicaragüenses elegirán presidente y vicepresidente, 90 diputados de la Asamblea Nacional y otros 20 del Parlamento Centroamericano.

En la última década, Ortega acumuló un enorme poder político y económico gracias a la conducción de su partido, una alianza con el sector empresarial y el apoyo de Venezuela.

Según datos oficiales, entre 2007 y el primer semestre de 2016, Nicaragua recibió casi 4.800 millones de dólares en préstamos blandos e inversiones de Venezuela, que fueron manejados fuera del presupuesto y sin fiscalización.

La mayor parte fue invertida en proyectos de energía, desarrollo del comercio, grupos empresariales, agricultura, construcción de viviendas y programas sociales que permitieron reducir la pobreza de 42,5% a 29,6% entre 2009 y 2014.

Pero la crisis política y los bajos precios del petróleo afectaron la cooperación y el comercio con Venezuela, que hasta 2015 era el segundo socio en importancia de Nicaragua después de Estados Unidos.

No obstante, el analista Cirilo Otero, profesor de sociología de la Universidad Centroamericana, consideró que el gobierno se ha preparado para sobrevivir sin Venezuela buscando petróleo en otros mercados como el estadounidense.

El anuncio de la candidatura de la primera dama a la vicepresidencia atizó las críticas opositoras hacia Ortega, acusándolo de querer imponer una dinastía familiar en el poder.

Militante sandinista desde la década de 1970 y madre de diez hijos, dos adoptados, esta excéntrica poetisa de 65 años conocida por su estilo autoritario es adorada por los simpatizantes de Ortega y apodada "bruja" por los opositores.

"Durante los últimos 10 años, la señora Murillo ha asumido en muchas ocasiones las funciones de jefe de Estado", dijo a la AFP por correo electrónico Verónica Rueda Estrada, una experta en Nicaragua de la Universidad de Quintana Roo de México.

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