La coalición Liberal-Nacional ha sumado en las últimas horas los escaños que le permitirán obtener una mayoría suficiente, mientras que su principal rival, el Partido Laborista Australiano, se quedará con 69. Formaciones de menor tamaño y candidatos independientes ocuparán, por su parte, cinco escaños.
El líder laborista, Bill Shorten, reconoció este fin de semana la derrota, lo que llevó a Turnbull a dar por segura un triunfo que se entrevió ajustada durante todo el recuento. El ministro de Industria, Christopher Pyne, ha afirmado este lunes que da igual ganar "por uno o seis goles", porque "una victoria es una victoria".
Sin embargo, aún queda por determinar la composición del Senado, donde entrarán algunos políticos ajenos a los dos principales partidos. Turnbull ha restado importancia a posibles bloqueos y ha subrayado que la anterior composición del Senado ya fue "difícil" de gestionar.
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