La extrema derecha europea espera réditos políticos de la crisis de los refugiados

  • Frente a la afluencia masiva de refugiados, la extrema derecha europea adoptó un discurso para generar miedo con la esperanza de obtener un rédito electoral

"Sumersión", "invasión planificada", "caos del asilo" forman parte del lenguaje que los partidos y grupúsculos de extrema derecha despliegan por toda Europa.

Su "actitud consiste globalmente en desarrollar un combate semántico para decir que se trata de invasores y no de refugiados o migrantes", señala Jean-Yves Camus, universitario experto de la extrema derecha.

En Francia, la presidenta del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, fustiga a "los clandestinos exigentes y arrogantes" y afirma que el 75% no son refugiados sino gente que viene para aprovechar "las ayudas sociales".

Algunos dirigentes del partido de ultraderecha los Demócratas de Suecia (SD), acusaron al padre de Aylan, el niño sirio que se ahogó en Turquía, cuya foto emocionó al mundo entero, de haber querido viajar para "someterse a un tratamiento dental gratuito".

Lo "que radicaliza el discurso es la condición de musulmanes de los exiliados", explica Camus.

La retórica de la ultraderecha da a entender que los refugiados son una especie de cruzada contra "las tradiciones cristianas de Europa", agrega el universitario francés.

El diputado holandés Geert Wilders, del Partido de la Libertad, comparó la crisis migratoria a una "invasión islamista" que amenaza "la seguridad, la cultura y la identidad" de Europa.

No se trata de un discurso novedoso, pero en el contexto actual cala más porque "el fenómeno migratorio entra en resonancia con el fenómeno Daesh (Estado Islámico)", señala Camus.

"Cuando el FN y el Vlaams Belang belga dicen que son hostiles a la inmigración musulmana, eso no es nuevo. Pero cuando organizan un gran coloquio en Bruselas tres semanas después del ataque contra el tren Thalys, eso tiene otro cariz", agrega refiriéndose al ataque fallido de un yihadista marroquí contra un tren de la línea Amsterdam-París en agosto pasado.

La extrema derecha prosperó en Europa en los últimos años gracias a la confluencia de la crisis geopolítica desatada por los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la crisis económica desencadenada por la crisis financiera de 2009, explica el historiador Nicolas Lebourg.

"Con el agregado de una tercera crisis, la migratoria, deberían tener un gran éxito" en las próximas citas electorales, predice el historiador.

"Tanto más cuanto que la inmigración sigue siendo su negocio principal", agrega.

El 20 de agosto pasado, por primera vez, los Demócratas de Suecia quedaron en el primer lugar de un sondeo electoral.

En Bélgica, el partido Vlaams Belang aparece con 9,7% de intenciones de votos, contra 7,9 en mayo pasado.

Según un reciente sondeo, 34% de los franceses se consideran afines a las ideas de Marine Le Pen sobre la cuestión migratoria.

Por primera vez, el Frente Nacional sería el partido más votado en varias regiones de Francia en las próximas elecciones regionales previstas en diciembre.

También es previsible un avance de la extrema derecha en las elecciones locales de Viena y Sofía, las capitales de Austria y Bulgaria respectivamente.

La amplitud del avance de la ultraderecha dependerá de "la oferta política" que se les oponga, dice Nicolas Lebourg.

Más allá de las urnas, la crisis de los refugiados permite a la ultraderecha ocupar el espacio público, como las manifestaciones del movimiento Pegida (Patriotas europeos contra la islamización de Occidente) en Alemania, señala Camus.

Sin embargo, la opinión pública no es insensible y puede evolucionar, como ha sucedido después de la difusión de la foto de Aylan y el descubrimiento de un camión con 71 migrantes muertos en Austria.

Algunos líderes populistas toman en cuenta esa emoción, como el principal dirigente de la Liga del Norte de Italia, Matteo Salvini, que dijo que estaba dispuesto a recibir en su casa de dos ambientes en Milán a un refugiado "que huye verdaderamente de la guerra".

No obstante, Salvini aclaró que, llegado el caso, prefería que el refugiado fuera cristiano y no musulmán.

chp/prh/hba/ros.zm/app

Mostrar comentarios