Löfven abre negociaciones con ecologistas para formar gobierno en Suecia

  • El líder socialdemócrata sueco, Stefan Löfven, abrió hoy negociaciones con el Partido del Medio Ambiente, al que seguirá el Partido de la Izquierda, para formar gobierno en minoría, aunque extendió la invitación al diálogo a todo el centroderecha, empezando por liberales y centristas.

Copenhague, 15 sep.- El líder socialdemócrata sueco, Stefan Löfven, abrió hoy negociaciones con el Partido del Medio Ambiente, al que seguirá el Partido de la Izquierda, para formar gobierno en minoría, aunque extendió la invitación al diálogo a todo el centroderecha, empezando por liberales y centristas.

La oposición de izquierda derrotó en las elecciones legislativas de ayer a la Alianza de centroderecha con el 43,7 % de los votos frente al 39,3 %, un triunfo apretado y condicionado por el ascenso del ultraderechista Demócratas de Suecia (SD), ahora tercera fuerza con el 12,9 %.

La situación, reconoció Löfven, es "nueva" y "única".

"Todos los partidos democráticos deben asumir su responsabilidad. Tenemos un nuevo mapa político en Suecia", dijo Löfven tras reunirse con la cúpula del partido para analizar un resultado que permitirá volver al poder a la socialdemocracia una vez oficializada hoy la dimisión del anterior Gobierno.

El primer ministro saliente, el conservador Fredrik Reinfeldt, que abandonará además en primavera la dirección del partido, cumplió su promesa de no depender de los votos de (SD) y dejar gobernar a la minoría más votada

Aunque los líderes de los cuatro partidos que componen la Alianza han manifestado su intención de mantener la coalición y han rechazado la posibilidad de gobernar con los socialdemócratas, Löfven reiteró su propuesta de mantener conversaciones preliminares.

"Hablaremos con los partidos, he extendido la mano más allá de los bloques, pero aún no sabemos en qué resultará eso. Quiero probar las distintas posibilidades", afirmó el líder socialdemócrata.

Löfven aseguró que no excluye ninguna opción y que no hay que "cerrar puertas" antes de empezar, eso sí, dejando al margen a SD, al que el resto de partidos hace el vacío en el Parlamento.

A pesar de la situación precaria del futuro gobierno -con ecologistas y ex comunistas sumaría 158 de los 175 diputados que marcan la mayoría absoluta-, parece seguro que Löfven será elegido primer ministro cuando el Parlamento abra la nueva legislatura a principios de octubre.

El sistema sueco establece que no es necesario tener la mayoría absoluta de la Cámara a favor, sino que basta con que no haya una mayoría en contra, aunque antes de la votación Löfven deberá superar las diferencias con ecologistas y ex comunistas en temas como energía nuclear y gestión privada de los servicios públicos.

El triunfo de Löfven permitirá la vuelta al poder de la socialdemocracia, que nunca hasta ahora en los últimos cien años había estado dos legislaturas seguidas fuera del gobierno, pero en una realidad distinta a la de la última vez.

El Partido Socialdemócrata, tradicional dominador de la política sueca y que hasta hace poco obtenía sin problemas un apoyo mínimo del 40 % en las elecciones, logró ayer el segundo peor resultado en su historia reciente, sólo seis décimas mejor que el de 2010.

Pero más complicada que la investidura parece a priori la aprobación de los presupuestos, que deberán presentarse a más tardar el 17 de noviembre; la Alianza de centroderecha pretende votar su propia moción, lo que dejaría la decisión final en manos de SD.

Su líder, Jimmi Åkesson, ha dicho con anterioridad que no piensa apoyar ningún presupuesto que no incluya concesiones a su política, básicamente en materia de inmigración, aunque también ha mostrado su intención de hacer todo lo posible para tener influencia.

El gran resultado obtenido por SD, mejor de lo pronosticado por los sondeos, supone la confirmación de que este partido que entró en el Parlamento en 2010 no es un fenómeno pasajero y que, a pesar del boicot del resto de formaciones, ha sabido conectar con una parte del electorado con su discurso contestatario y antiinmigración.

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